Ashlyn —Sé lo que están planeando —llamó una voz familiar desde la multitud. Los vampiros y los renegados se apartaron y caminando hacia mí se encontraba uno de los amigos de Brad. —¿Eric? —le pregunté confundida. —Hola, dulzura. ¿O debo decir Reina dulzura? —me saludó. Le habría dado un abrazo, pero estaba desnudo y tenía un profundo rasguño en el pecho. —¿Cómo demonios estás aquí? —le pregunté sorprendida de que oliera a renegado. Él era un guerrero para Luna Azul. —Metí la pata —me dijo. —Tenemos algo de tiempo, necesitas explicar, mientras te ayudaré a sanar ese rasguño en el pecho —le dije. Recolecté saliva en mi palma y la presioné en su pecho, haciéndolo gemir. —¿No puedes hacer que eso duela menos? —se quejó. —No, no creo que pueda, pero ahora necesitas explicar —le contest

