Alaric
Mis lobos y yo estábamos en la frontera con Canadá, en el territorio de la manada de los Kings. Estaba oscuro, y los grillos y las cigarras prestaban sus voces a la noche. El viento susurraba entre las hojas y los troncos de los árboles y arbustos a nuestro alrededor, trayendo consigo el aroma del otoño. Pronto sería otoño, pronto las hojas cambiarían y caerían al suelo del bosque, y estaba decidido a ver el cambio de estación con Kaelin y Rhea a mi lado.
Aunque tenía un plan establecido, aunque estaba rodeado por una docena de miembros de mi manada, no me sentía mejor. No lo haría hasta que tuviera a mi familia a la vista, hasta que tuviera a Kaelin en mis brazos otra vez.
Junto con Dom y el resto de mi equipo, me adentré en la espesura de los árboles, silencioso como la luz de
