Alaric —Castigar a tu hija así es retrógrada —dije—. Ella tiene espíritu de lucha y una mente táctica. La necesitas luchando a tu lado, no castigándola. —Eso es inaudito. No devaluamos a nuestras mujeres forzándolas a luchar. El lugar de una mujer está en el hogar, con sus hijos. Mi hija nunca lo ha entendido. Está bajo llave hasta que aprenda su lugar. Como las mujeres eran vistas como una mercancía en esta manada, él podía hacer lo que quisiera con su hija, ya que era su “propiedad”. No tenía voz en esto, pero estaba llegando a mi límite con este alfa. No podía retroceder en cada oportunidad de confrontarlo por sus tonterías. Simplemente no estaba en mi naturaleza. —Si eres demasiado terco para ver cómo tus propias tradiciones te han frenado, tal vez ella pertenece a un lugar donde p

