Kaelin
Los prisioneros gritaban para que los dejaran libres mientras los cuatro marchábamos hacia la celda donde se suponía que debía estar Jaxon Blackfang.
Ese hombre había dedicado tanto de su tiempo a hacerme miserable. Menos de un mes atrás, había sido el alfa de los Colmillos Dorados. Uno de sus primeros actos como alfa había sido secuestrar y herir a Rhea y a mí. Apenas unos minutos antes, habíamos descubierto que posiblemente él estaba detrás del ataque de lobos ferales que había devastado a la manada Colmillos Dorados. Mi manada.
Alaric —aunque seguía recuperándose de las heridas causadas por la bala de plata disparada por Evan, el lobo al que había matado— iba al frente hacia la celda de Jaxon. Agarró la manija de la puerta y la abrió de un tirón.
Un suave jadeo escapó de los
