KAELIN
Soy una loba. Me repetía esa simple frase una y otra vez en mi cabeza, a veces murmurándola en voz baja mientras Alaric seguía sosteniéndome. Poco después de haber vuelto a mi forma humana bajo su orden, empecé a llorar fuerte por el shock de mi primer cambio y por cómo su voz se había metido en mi mente.
Alaric me sostuvo con tanta ternura y me besó la coronilla. Se disculpó por darme órdenes así, dijo que esperaba que no tuviera miedo de él. Pero, ¿cómo iba a tenerle miedo? Le creí cuando dijo que no sabía qué más hacer. Era mi primer cambio, y no tenía idea de qué lo había causado, mucho menos cómo volver a mi forma humana.
Ya me había calmado. Me dejé derretir en sus brazos mientras me repetía a mí misma que era una cambiaformas — ¡una loba! Y me di cuenta de que sentía otra
