KAELIN
Me estremecí por su cercanía y me pegué más a él.
—¿Entonces qué es?
—Tú —besó mi sien—. Nosotros —mi mejilla—. Y tu lobo —mi mandíbula—. Quiero ayudarte a sentirte más cómoda con la transformación y a conectar más con tu lobo.
—Está bien —dije, acelerando el corazón—. Creo que puedo concentrarme en eso por ahora... siempre que te tenga a ti para ayudarme.
—Me tienes para todo el tiempo que me quieras —besó mi mandíbula otra vez, mordisqueando mi piel y haciéndome reír.
Me separé para mirarlo a los ojos.
Él sonrió, y mi corazón cantó.
—¿Qué pasa, hermosa?
—Te quiero para siempre —dije, sellando esas palabras con un beso.
Pasaron dos días y casi no salí de la cabaña de Alaric. Parte era por el sexo increíble y delicioso, y porque no soportaba la idea de que estuviera a m
