Kaelin
Levanté la vista y encontré los ojos de Lance. Me sonrió con indiferencia, como si no estuviera conspirando con el consejo de los Wildrifts para derribar a mi compañero. Como si la última vez que estuvimos así de cerca no me hubiera advertido que tuviera cuidado con los enemigos en ambas manadas.
Me di la vuelta sin decir palabra ni sonreír, molesta al notar que muchas de las mujeres a mi alrededor lo miraban con fascinación. Estaba sin camisa y sudado por cargar el heno, lo cual bastaba para atraer su atención.
Qué asco. La voz de Rhea invadió mi mente. Nuestro lazo telepático no se había desvanecido, a pesar de que ya no éramos alfa y beta de los Goldfangs. Siempre era un alivio oír su voz en mi cabeza.
Exactamente lo que pensé —respondí mientras empezaba a esparcir la paja so
