Alexandra y Daniel seguimos navegando por las complejidades de nuestras vidas después de despedirnos, donde las distancias digitales tejen nuevas conexiones y retos. La pantalla, que ha sido testigo de toda nuestra historia hasta ahora, ahora nos muestra imágenes de dos personas que, aunque separadas, seguimos entrelazadas por los hilos de nuestro pasado compartido.
Los días se convierten en una danza de mensajes cuidadosamente redactados y actualizaciones en r************* . La pantalla registra imágenes de dos vidas que, a pesar de haberse separado físicamente, aún buscamos formas de mantenernos al tanto de los eventos cotidianos.
—Es extraño verte a través de fotos en lugar de videollamadas. —menciona Alexandra, su tono llevando consigo la nostalgia de la conexión visual.
Daniel, com
