Capitulo 27

3135 Words
El frío de la sala de enfermería está calando en lo más profundo de mi cuerpo, la escasez de ropa tampoco ayuda en mi situación, me siento expuesta a todo, como si todo de mi estuviera expuesto, miro al personal encargado de mi revisión y puedo jurar que algo está mal conmigo hoy era mi prueba de fertilidad para garantizar el futuro de la corona y desde que llegaron los resultados no han dejado de secretear, miro a mi derecho aun tendida en la camilla al enmascarado que se encarga de resguardar mi seguridad, las damas de la corte no están presentes lo que me facilita la tarea de aprovecharme de él.  - ¿Porque estas solo? se supone que me tienen que resguardar un mínimo de tres guardias, ¿no sabes lo peligrosa que soy? - desvía vista de las enfermera centrándose en mi  Sin embargo son escasos minutos los que se dedica a detallarme, puede que mi corazonada sea cierta, o puede que el cansancio me hizo delirar.  Las tres mujeres aun con los papeles en las manos debatiendo los resultados me terminan de desesperar, tomo la decisión de levantarme de la camilla yendo directo a su dirección.  - le dieron una orden, y es quedarse acostada en la camilla - miró su fuerte agarre en mi brazo y sonrió, llame su atención sin percatarme  - ¿Te atreves a tocar a la futura reina? ¿no sabes que esa es razón de decapitación? tengo testigos - ve a las mujeres con sus ojos fijos en nosotras y me suelta de manera disimulada  Vuelve a su lugar evitando tocarme de nuevo, sonrío para mis adentros obteniendo la clave de como hacer que se acerque a mi.  Prosigo con mi camino teniendo aún los pares de ojos fijos en mí, me acerco hasta quedar integrada en el grupo de tres indecisas e incompetentes enfermeras.  - Mi señora no puede... - antes de que termine la frase ya le arrebate el papel de las manos  Palabras y más palabras sin importancia, datos médicos que ya sabía por mi constante monitoreo médico por parte de mi propio equipo es lo que encuentro impreso en el, paso hoja por hoja, viendo mis trastornos de ansiedad y depresión resaltados en el, sigo pasando las hojas y me encuentro con los medicamentos que aún se encuentran presentes en mi organismo, abusos de antidepresivos y alcohol, junto a una orden de desintoxicación de carácter urgente, sigo leyendo y el médico encargado de mi caso sugiere un método de medicina tradicional que ayude en el progreso de mi trastorno, recalcando que será más efectivo que los mismo antidepresivos, paso la hoja y mis niveles de azúcar en la sangre están en orden, los resultados de sangre estan bien, una que otra cosa alterada, pero nada de lo que me deba preocupar ¿que era lo que les sorprendía? ¿mi trastorno? helena tenia el mismo trastorno que yo, incluso en niveles más alarmantes de los que presentó en la actualidad.  - Vuelva a la camilla - alejo los papeles de la manos de la enfermera inmovilizando con una llave para que se aleje de mi  - ¡No puede leer eso! - la suelto dejando que caiga al piso  - ¿quien me lo va a impedir? ¿tu? o ¿ustedes dos? - sus compañeras de alejan de mi temiendo a que les pueda hacer daño  La ayudan a levantarse del piso, recibiendo quejidos de dolor de su compañera por lo brusca que fui con el agarre, prosigo con mi lectura y cuando llego a las últimas hojas trata de arrebatarlas de nuevo, la sujetó del cuello haciendo presión en la tráquea.  - Lo haces de nuevo y te parto el cuello - la impactó contra la pared haciendo que su cabeza rebote en la superficie  Miró en dirección al enmascarado que prefiere no interferir en el asunto, me alejo de las mujeres agarrando un bisturí por si intentan atacarme de nuevo, se los muestro en señal de advertencia, se pegan de la pared manteniendo su distancia de mi.  Vuelvo a leer en donde me había quedado y me detengo en lo que parecen ser de asunto confidencial, con que era esto lo que no querían que viera..., vuelvo a leer el nombre del doctor que sugirió el método tradicional como tratamiento y me sorprendo al leer el aprobado de varios mencionados, alzó la vista fijandome en las mujeres lamentándose no poderme quitar la información de las manos, llegó a la última hoja y veo un método de cirugía en el que no me había fijado antes, ¿me piensan operar? sigo leyendo y la palabra extracción de feto me congela la sangre ¿feto? ¿de qué están hablando? vuelvo unas paginas atras y el resultado de sangre muestra una clara concentración de gonadotropina coriónica humana (GCH) miró de nuevo a las tres mujeres para luego seguir leyendo con el corazón acelerado, fueron tres exámenes realizados en las últimas dos semanas y los tres muestran lo mismo, me paso la mano por la cara sin poder creer lo que estoy leyendo.  - ¿Quien es el doctor encargado de mi caso? - me acerco a ellas haciendo que retrocedan - ¡les hice una pregunta! - ante su negativa sujeto a una del cabello acercandola a los papeles - ¿pensaban realizarme un aborto sin mi consentimiento? - el color abandona su cuerpo al confirmar que tengo conocimientos médicos - ¡Habla! - la estremezco haciendo presión en el agarre   - Mi señora... - la estrelló contra el piso yendo en dirección a las otras dos  - ¿Quien es el médico encargado de la extracción del feto? - voltean la cara evitando el contacto visual - ¿no hablaran? - me acerco a ellas con la intención de que hablen levantó el bisturí con una clara intención  Me sujetan la mano impidiendo que pueda cometer mi intento de tortura, el enmascarado me arrebató los papeles de la mano esquivando los ataques de apuñalarlo sujetándome del cuello para inmovilizarme, lee lo que yo antes habia leido y me suelta apenas confirma lo que antes había mencionada.  Miró atentamente su expresión y se aleja de mi releyendo los papeles, los pasa de manera brusca clavando su vista en la última hoja, los estruja en sus manos para después sujeta de la cara a una de las enfermeras mostrándole la ultima hoja.   - Vas a ir a donde esta ese bastardo y lo vas a traer aquí con la excusa de la reina presenta fuerte dolores - ella niega tratando de apartar las manos de su cara - si, lo harás, si no me encargare de que el próximo ritual sea con tu sangre - sonrió viendo su cara de espanto - a los locos les gustan las vírgenes y tu eres el perfecto cordero para la fertilidad de la reina - la encamina a la puerta - más te vale que lo que digas sea convincente y no se te ocurra alertar a los demás, puedo matarte en cualquier momento, en la corte real solo eres un eslabón, nadie se preocupara por tu ausencia - me acerco a ellos pasando las manos por su cabello  - Me gustan las presas faciles, y tu te estas convirtiendo en mi próximo objetivo - me aleja de mi aterrada huyendo por la puerta despavorida  - Una reina no atemoriza a su pueblo - volteo a ver a la idiota que se atrevió a desafiarme con sus palabras    Camino hacia ella de manera lenta aumentando su miedo.  - Aun no soy la reina, y si así fuera el caso el pueblo no tiene derecho de cometer asesinato a la sangre real, sí lo hicieran se considera traición , matar a un hijo mío es traición a la corona - ella niega sin apartar su mirada de la mía  - Un hijo no nacido no se puede considerar como un ser vivo - la sujetó del cuello estrellando su cabeza varias veces del piso  - El corazón de mi futuro hijo late dentro de mi, nadie, inclusive ni tu podran sacarlo de adentro de mi sin antes morir en mis manos - sangre brota de su frente alentando mis ansias por acabar con ella - tu solo eres una cucaracha que puedo pisotear y manejar a mi antojo, reina o no mi sangre me pone por encima de la de todos ustedes, pertenezco a un linaje de reyes y reinas, ningún ser inferior a mi puede igualar el valor de mi sangre, mis ancestros fueron los fundadores de este pueblo - las órbitas de sus ojos se tornan rojizas ante el fuerte agarre de mi mano en su cuello - y un ser tan insignificante como tu no tiene el derecho de tomar decisiones sin mi concentimiento, ¡no te permito hablar de mi hijo sin no vas a morir por el! - la dejó caer al piso jadeando por aire  Miro a la otra que se encuentra sollozando en una esquina aterrorizada.  - Mata al bastardo que intentó acabar con mi descendencia ¡es una orden! - me dirijo al enmascarado que tiene un semblante sombrío como su identidad  Me coloco una bata anudandola a mi cuerpo retirando los papeles de su mano para irme a mi habitación.  El que tomen decisiones sin mi consentimiento me da claros indicios de declaración de guerra, me deje someter por ellos, seguir sus estúpidas pruebas, me deje torturar por semanas para probar mi valor y aun asi se atrevieron a atentar contra mi vida y la de mi hijo. Me encierro en la habitación dejando que el peso de la noticia haga estragos en mi interior, ¿embarazada? ¿desde cuando? ¿porque ahora se hace presente este embarazo? la última vez que tuve sexo fue con..., y ahí es donde recuerdos de esa noche invaden mi mente.  - Te amo, nunca había tenido una conexión tan profunda con otro ser humano como la tengo contigo - suelto un jadeo cuando se adentra totalmente dentro de mí, el estar piel con piel hace el proceso más exquisito de lo que ya es - si intenta huir de mi te buscaré en todos los rincones de este despiadado mundo, y si no te encuentro te buscaré debajo de la tierra, te condenare a mi existencia - otro arrebato hace que mi cuerpo se arquee - seras esclava de mi presencia hasta el final de los días - me vuelve a penetrar haciendo que la situación se torne placentera  ¡Hijo de puta! me preño sin yo darme cuenta, esto es una jodida mierda, el no tener protección y estar ebrios me puso en esta situación.  Miro a mi alrededor buscando con que defenderme, hijo suyo o no, no dejare que alguien lo saque de dentro de mí, ¡un hijo! tendré un hijo de la manera más inesperada, esto no estaba en mis planes, ¡no tenía pensado traer un hijo al mundo! si helena me heredó su trastorno el puede correr con la suerte de heredarlo también.  Mientras me debato entre las consecuencias de mis actos no caigo en cuenta de que llevo más de una hora dando vueltas en la habitación, el sonido de la cerradura siendo forzada me alerta, sujeto con firmeza la cuchillo en mi mano, si viene por mi les rebanare el cuello sin importar que me juzguen por atentar contra el pueblo. Helena fue débil de sejo condenar por mi abuela al dejarse arrebatar a su primogénito con la excusa de que seria lo mejor para la corona, la deferencia de Alexander y mi hijo no nacido es que a el lo quieren matar antes de que veo un destello de luz, no permitiré que mi hijo viva con las mismo demonios a los que está sujeto alex, no me perdonaría si eso llegase a pasar, no lo condenare a una vida huérfano, sea o no bastardo no lo hace menos hijo mío, tomara la decisión de formar parte del trono o no, no lo obligare a formar parte de esta locura.  La cerradura se abre y me pongo alerta, haciéndole frente al invasor.  - Baja la guardia, soy yo - el enmascarado se adentra a la habitación, me fijo en el enigmático y sombrío color de su mirada   - ¿Te encargaste de lo que te pedi? - asiente dejando caer una caja en mis pies  Me agacho abriendola viendo su contenido, y el olor de sangre oscurece mi cordura, su contenido no es más que certero.  - ¿A quién le pertenece? - y es ahí cuando me percato de que su vestimenta está manchada de sangre  - Del bastardo que quiso acabar con tu hijo - sonrió asintiendo volviendo a cerrar la caja  - Buen trabajo - guarda la caja debajo de mi cama evitando que alguien entre y la vea  Siento cómo se moviliza en el interior de la habitación, pero decido darle la espalda, el que haya cumplido con mis ordenes me da la certeza de su identidad que tanto estaba ansiando, hay una solo persona en el mundo que mataría por mi, una sola persona que pondrá el mundo arden con solo yo pedirselo, esa persona es la dueña de mis fantasías más oscuras, el culpable de todos mis miedos más profundos y el responsable de condenarme a una existencia dependiente de su ser.  - ¿Hasta cuando seguirás ocultando tu identidad? desde aquí puedo oler el deseo de tu cuerpo, se me hace gracioso que pienses que me engañas cuando nunca has corrido con la suerte de hacerlo, por más que lo niegues soy tu talón de aquiles, el que yo este aqui te trajo como abeja a la miel, no soportas el hecho de que yo sea dañada si no es por tus propias manos - sonrió dándome la vuelta encarandolo - hola alexander - me pongo de pie dejando que se deleite con mi cuerpo  Duda por un instante, pero luego puedo oír el sonido de mi delirio, su ronca risa que más de una vez me tuvo a sus pies, se quita la máscara revelando su auténtica cara, tal cual depredador hambriento por su presa, sonrió tentandolo, tiendo mi mano esperando a su pronto y tentador contacto.  - Esos lentes de contacto no le hacen justicia al enigmático color de tus ojos -  sonríe mostrándome lo malévolo que puede llegar a ser  - Hola hermana - bufo retirando mi mano - como siempre es un placer volverte a ver - volteo los ojos yendo en dirección al agua servida en un vaso de cristal al lado de mi cama  Arrebata el vaso de mi mano estrellandolo contra la pared.  - No comas ni bebas nada, no sabes que puede estar alterado - miro sus mano en mi brazo y sonrió satisfecha de sentir su calor - ¿Desde cuándo estás aquí? me da curiosidad cómo te has controlado con los recuerdos de tu difunta madre en cada rincón - afirma más su agarre haciendo más presión  - ¡Callate! - sonrió zafandome de él  - No trates de ocultar la realidad ¿ahora te das cuenta que helena si fue real? - me siento en la cama viéndolo - me das pena, pareces un perro indefenso que... - me tumba en la cama posicionándose encima de mi  - Si vuelves a hablar hare que te arrepientas - sonrió pasando los dedos por el borde de su cara  - Tan agresivo e impulsivo como siempre - me inclino tratando de obtener lo que más deseo  Esquiva mis labios apenas intentan hacer contacto con lo de él, me aparta de mi cuerpo huyendo de mi toque, me siento en la cama confundida, nunca había rechazado mis besos y menos mi cuerpo, me siento esperando una clara explicación que nunca llega, se pasa las manos por la cara manteniendo la distancia.  - Tenemos que sacarte de aquí, no puedo protegerte dentro de esta cueva - miro lo nervioso que está y caigo en cuenta de algo Cometió un error, hizo algo que no debía y ahora se está arrepintiendo.  - ¿Que me estas ocultando? - clava su mirada en la mía permaneciendo en silencio  - ¿Que te hace creer que te oculto algo? - lo encaro oliendo la mentira  - Eres un libro abierto para mi, aunque intentes ocultarlo siento el hedor de la mentira desde aquí ¿que hiciste? - mira hacia la puerta evitandome - ¡Alex...! - cubre mi boca con su manos señalando la puerta  Aparto sus manos de mi boca en busca del cuchillo, vuelve a cubrir su cara fingiendo que nada paso, coloco la mano que porta el cuchillo detrás de mi espalda, calculando las miles de técnicas de exterminación que adquirí con los años, y el arduo entrenamiento que hago diariamente.  - ¡Mi reina! - la dama de la corte se acerca a mí de manera apresurada - pensé que le había sucedido algo, la sala de enfermería es un desastre - frunzo el ceño viendo al culpable  - Estaba cansada, las enfermeras me mandaron a la habitación a descansar mi cuerpo - asiente respirando aliviada  - Al no encontrarla me alerte, no quise hacer alboroto hasta no encontrarla - asiento sonriendo  - Buena decisión, no es necesario crear un revuelo sin sentido - asiente dandome la razon  - ¿Ya comió? se acerca su hora de la comida, el médico fue muy estricto con su alimentación - la veo más atenta a sus palabras  - ¿Que médico? - frunce el ceño viendome  - El señor Müller - miró a alex atando cabos  - Que raro, nunca había escuchado su nombre en mi niñez - la mujer asiente alisando su falda  - Es nuevo, ingreso hace un par de semana, el antiguo médico real estaba ya muy anciano para su cargo y su hijo es un hombre muy tradicional, buscamos una segunda opción más científica para tener dos opiniones diferentes - asiento armando las piezas del rompecabezas - le traeré su cena, espérame aquí ya volveré - asiento sentandome en la cama viendo como cierra la puerta  - ¿Muller? ¿medico real? - alex se encoge de hombros restándole importancia  - Era eso o lacayo - sonrió, era más que obvio que no lo pondria en el mismo puesto que el  - ¿Que les paso a las enfermeras? - me miró por unos segundos hasta que se digna a hablar  - Las mate, no me iba a arriesgar - asiento mirando mis pies  El embarazo se vuelve presente de nuevo en mi cabeza y de manera inconsciente poso mi mano en mi vientre.  Te protegeré, lo prometo..., asi me cueste la vida. 
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