Mikhail dejó a Violeta en la entrada del edificio, se despidió con dos largos besos, asegurandole que a las diez en punto pasaría por ella para emprender el viaje. Subió en el ascensor sintiendo la excitación del momento, esperaba que Olivia no lo tomara mal , ni lo sintiera como un abandono, a fin de cuentas Esteban en cualquier momento querría llevarla a Italia y ella quedaría sola, debía pensar en ella, ser un poco egoísta, había tenido una vida muy dura y no podía desperdiciar ahora la oportunidad de estar con Mikhail. Introdujo la llave y giró la cerradura. —¡Estoy en casa!— dijo en tono animado. —Estoy viendo una película— le dijo su prima, Violeta caminó hasta llegar al sofá dónde se dejó caer junto a la pelinegra quién tenía un enorme envase lleno de crispetas, mientras dis

