Ambas mujeres, tanto Olivia como Violeta, se sorprendieron al redescubrir que Mikhail y Esteban, habían reservado todo el restaurante para ellos solos. Entraron al lugar guiadas por ellos, era extremadamente sorprendente ver tantos hombres de seguridad, parecía algun evento de celebridades o algo por el estilo, lo que si era claro,era que los hombres del ruso, superaban, duplicaban en número a los del Italiano.
Fueron ubicados en una hermosa y elegante mesa para cuatro personas. Violeta, se sentía como en un sueño, había salido con un par de hombres importantes, pero tenía el presentimiento de que ninguno superaría al ruso. Durante el trayecto al restaurante, el hombre se había dedicado a besarla, y a decirle que no podía dejar de pensar en sus encuentros de la noche anterior, aquello le
