—¿Que te pasa Esteban, por qué me golpeas? — con es fuerza se puso de pie, tomando como punto de apoyo la peinadora —¿Qué rayos te pasa, por qué me golpeas?— se limpió la sangre que salía de su labio roto. —¡Sabes perfectamente por qué!— le dijo enfurecido. —No, no lo sé, pero me encantaría saber qué hice como para merecer que me golpees como lo haz hecho. —Si lo sabes, Olivia— dijo furioso y apretando con fuerza los dientes— ¡ESTABAS COQUETEANDO CON SILVANO MORELLI! —¿QUÉ?— ella sencillamente no podía creer lo que estaba escuchando. —No dejabas de sonreír y asentir a todo lo que él decía— presionó los puños con fuerza. —¡NO ESTABA COQUETEANDO CON ÉL!— gritó y luego se sostuvo la dolorida mejilla— Estaba haciendo exactamente lo que me dijiste, que sonriera y asintiera, ¿No fue eso

