Después de conocer gran parte de la casa, Esteban la invitó a sentarse en los jardines, junto a la piscina, para degustar de un aperitivo. —Gracias— le dijo ella sonriendo. —¿Por qué?— Esteban frunció el ceño. —Por permitirme conocer tu casa, la verdad cuando traté el tema contigo, sentía que no me habías traído por falta de confianza. —Mi dulce Olivia, te expliqué que las cosas no eran como la estabas pensando, es claro que confío en ti. —Es precisamente eso lo que te agradezco, la confianza. Me siento tan bien a tu lado, Esteban— lo miró fijamente— no sólo me siento deseada, sino que me siento protegida, respetada, eso es tan importante para mí. —Para mí, es muy importante que te sientas a gusto a mi lado— tomó su mano por sobre la mesa— ahora cuéntame, ¿cómo estuviste mientras y

