La cena mandada a preparar por Esteban fue algo muy hermoso, colocaron una hermosa mesa, con velas, rosas, todo fuera de la casa, en la pequeña terraza..Olivia se giró hacia él, en cuánto llegó al lugar, lo miró con ojos enormes. —¿Te gusta?— le preguntó sonriendo. —Por supuesto que sí, es precioso y ese detalle de la cama de pétalos bajo la mesa, por Dios Esteban, es demasiado hermoso. —Es solo un poco de lo mucho que te mereces, dulce Olivia. Un pequeño detalle. —Este detalle no es nada pequeño— le dijo con una sonrisas, sentándose en la silla que abria para ella, como un perfecto caballero, luego se sentó frente a ella— es hermoso, me encanta esto de cenar a la luz de las velas y, me.encanta lo hermosa que se ve la luna y las estrellas desde aquí. —Sin duda una vista espléndida—

