Doy vueltas por la habitación tratando de disolver el nudo que hay en mi cabeza y corazón, me detengo de golpe y decidido a ir a hablar con Andreu se que hoy tiene el día libre así que no habrá excusas para no responder a mis dudas.
Salgo del apartamento y como si fuera una especie de película romántica justo a mitad de pasillo me encuentro frente a Andreu con cara de pánico.
- Angélica, oye... yo...
- También necesito hablar, en el tuyo o en el mío.
- ¿Como?, transforma el pánico en risa burlona
- Que si en tu apartamento o en el mío, tonto. Me contagió de su risa, dejando el nerviosismo de lado.
- En el tuyo, si esta bien. Hago una mueca de aprobación y vuelvo a abrir la puerta.
- Escucha, Angelica se que lo más importante para ti, en estos momentos es tu trabajo y no soy quien para detenerte pero…
Hace una pausa que yo aprovecho para cerrar la puerta
- Me gustas, en verdad me gustas mucho, me encantaría empezar una nueva historia junto a ti, que en algún momento te levantes de la cama agitada para decirme que me amas y no quiero que te vayas.
Antes de que continúe hablando me lanzo a sus brazos para besarlo tan apasionadamente que me sorprendo de mi impulsividad, después de varios segundos rozando nuestras bocas con deseo de más, el me aparta de su lado para observarme como si estuviera esperando autorización para tocarme, suspiro tratando de darle la aprobación que necesita y sin más espera, se acerca para unir nuestros húmedos labios con tanta excitación como si se hubiera cohibido desde hace mucho tiempo, de repente siento su lengua en mi boca formando circunferencias en mi paladar, y se siente tan bien que me dejo llevar, pasa sus manos cálidas por dentro de mi ropa tocando mi abdomen con sus dedos largos, bruscamente me quita la blusa para luego admirar sutilmente boquiabierto mi parcial desnudes, me jala de la cintura y me sube a su cadera, a pesar de la poca ropa que nos cubre alcanzo a sentir su fuerte erección contra mi cuerpo, con facilidad me carga hasta la habitación, mientras tanto puedo gozar de la explosión de sentidos que estoy teniendo, al oler el aroma de su cuerpo mexclado al aroma de su colonia, alcanzo a oír el fuerte palpitar de su corazón, puedo sentir el cálido deseo que emana su cuerpo, pero sobre todo puedo sentir como mi cuerpo y mis emociones se unen con un solo objetivo, no perder la oportunidad de unirme a él sin restricción alguna, el roce de la cama bajo mi desnudes me despierta de los sucios pensamientos que se me pasan por la mente.
Se inclina e inicia besándome por el cuello, tratando de bajar hacia mi pecho en donde se distrae por unos minutos, como un niño con su paleta, después de varios segundos se dirige hacia mi abdomen, de repente se detiene justo cuando está cerca a los Botones de mi pantalón para luego sin previo aviso morder mi piel causando que arquee mi cuerpo liberando un jadeo lleno de excitación y tensión acumulada. Desabrocha y tira de mi pantalón, así mismo me siento en el borde de la cama para besar su abdomen suavemente e ir bajando su Jogger n***o junto al bóxer, suelta una pequeña sonrisa llena de malicia.
Abro lentamente los ojos, para encontrar a un hombre escultural tratando de no despertarme, de pronto me imagino despertando a su lado cada mañana, y para ser una mujer con cierto desprecio por el ideal de ama de casa, simplemente el estar a su lado me encantaba.
- Creo que ya tomé una decisión acerca de mi viaje de trabajo. No alcanzo a distinguir que logró alterarlo, si fue mi afirmación o el hecho de que ya me había despertado.
- Lo siento no quise despertarte te ves muy linda cuando duermes.
- Está bien, ¿Qué hora es?
- Son las 2:30 de la tarde.
- Y Gabriel sale a las 3:00pm de la primaria, cierto.
- Así es, me arreglo para ir a recogerlo.
- ¿Puedo ir? – al parecer lo tome desprevenido, no pudo ocultar su cara de asombro
- Claro, si es que puedes caminar bien. suelta una pequeña sonrisa burlona.
- Acaso, quieres apostar.
Rápidamente me dirijo al armario para buscar algo ligero que ponerme, tardo apenas unos segundos en encontrar el atuendo perfecto, en menos de 5 minutos me coloco un vestido deportivo blanco con rayas negras que me queda ceñido al cuerpo, unos tenis blancos y un cárdigan n***o. A mi parecer estaba perfecto sin embargo camine hacia en espejo esperando algún tipo de comentario de parte de Andreu, su respuesta fue mejor de lo que esperaba, caminó lentamente hasta quedar justo en mi espalda, puso sus manos alrededor de mi cintura, acercó su boca a mi oído para susurrarme
– Si te sigues arreglando, voy a repetir aquí y ahora. Me quedé boquiabierta, sin la posibilidad de que me saliera el mínimo sonido.
*Uno minutos después*
Ya casi íbamos llegando a la primaria aún quedaban unos cuantos minutos para que Gabriel saliera, Andreu y yo íbamos caminando de agarrados de la mano, cuando de repente sintió un jalón, Andreu había frenado de repente, se quedó mirando al piso, me dio la impresión de que se había perturbado con algún pensamiento espontáneo.
- No quiero que te vayas, quiero tener la oportunidad de enamorarte, de conocerte, de admirarte, pero tampoco quiero frenar tus metas por última vez, y te lo digo ahora porque lo que siento por ti, es como una adicción, y ahora que te probé siento que no voy a lograr estar sobrio
Comentó espontáneamente sin ni siquiera darme tiempo de prepararme, y seguí caminando como si nada, mejor me quedé en silencio meditando aquellas palabras, esperando a que esa voz de conciencia me diera la respuesta a mi futuro.