(Connor)
(Una semana antes)
Ella era hermosa.
Tan solo tenia unos días de haber salido de ese maldito hospital y había entrado a esta maldita escuela, por orden de un maldito juez.
Todos en la escuela sabían lo que había hecho para ir a dar a ese estúpido hospital.
Una noche asesine a toda mi familia y en la mañana encerré a todo el instituto y lo Incendié.
Todos murieron.
Y estaba mas que claro que fui yo, quien había incendiado el edificio.
Ahora estaba observando a un hermoso ángel que acababa de entrar a este infierno llamado escuela.
La sigo con la mirada hasta que llega a su casillero.
Unas chicas llegan a su lado y veo como se la llevan, ella trata de poner resistencia, pero tras unas palabra de la chica que la jala, ella accede.
Las sigo a una distancia considerada, hasta ocultarme detrás de un árbol.
Tuve que controlarme.
Mire lo peor que pude ver en mi vida.
Esas chicas golpearon a ese ángel y yo no pude hacer nada para evitarlo.
En cuanto ellas se fueron, me acerque a ella.
Estaba sangrando y casi inconsciente.
-Ayudame por favor -me susurro en cuanto cargue su pequeño cuerpo para llevarla a la enfermería.
-Te llevare a la enfermería- le dije mientras caminaba, asegurándome que no hubiera estudiantes viéndonos.
-Matame, sacame de mi infierno- dijo en voz baja haciendo que me detuviera y la mirará, ya se había desmayado.
Al entrar a la enfermería, la doctora la miro y suspiro y me indico donde ponerla.
-Pobre niña- dijo la doctora- Sabes chico, todos los días ella viene a dar aquí- dijo haciendo que mi corazón se acelerará.
Ese pequeño ángel sufría todos los días.
Me quede ahí, viendo como limpiaba la sangre mezclada con sus lágrimas.
Era una chica hermosa y no había duda.
La quería para mi.
Ella sera mi Reina.
(••••)
Ella salio de la escuela como si nada hubiera pasado.
La seguí.
Hasta que llego a su casa.
Y yo me fui a mi casa.
La noche llego y no podía dormir, cerraba los ojos y estaba el ensangrentado rostro de ella en mi mente.
Sin pensarlo, me levante y salí de mi casa en dirección a la suya.
Necesitaba verla.
En pocos minutos llegue a su casa y conseguí entrar hasta su habitación.
Me dedique a observar su pequeño cuerpo hasta que mi vista fue a dar a sus muñecas, donde había cortes.
Mi Ángel sufría.
Y yo quitaría su sufrimiento de una manera o otra.
Mire un auto llegar y me escondí entre las sombras.
La puerta principal se azotó, despertando a mi Ángel, las voces de hombres se hicieron presentes.
Ella se levanto rápidamente y movió su buró hasta la puerta para bloquear el acceso.
Esa acción me desconcertó por completo.
La mire pasearse por toda la habitación, bastante nerviosa.
No se había dado cuenta de mi presencia.
Unos pasos se oyeron del otro lado.
Unos golpes en la puerta la hicieron brincar.
-¡ABRE CIELO!- gritaba un hombre provocando que ella se alterara más y se encerrara en el bañó- ¡La pasaremos bien cielo! ¡Solo abre la maldita puerta!
Unos minutos después, ese hombre se fue y ella no salia de el bañó.
¿Ese hombre era su padre?
Lentamente camine hacia el baño donde ella estaba.
Arriesgandome a que ella gritara y el hombre regresara.
Pero en cuanto abrí la puerta lo primero que vi fue sangré.
Su sangré.
La lleve a su cama y limpie sus heridas.
Bese su frente y ella suspiró.
Sonreí al ver eso.
-Eres mi Reina Cielo- le susurré y salí de ahí por la ventana.
Al llegar a mi casa pude dormir mejor que otras veces.
Cielo aparecía en mis pensamientos.
Yo la cuidaría y protegería.
(Al Día Siguiente)
En vez de ir a la escuela, fui a otro lugar.
Necesitaba dinero y sabia donde lo conseguiría.
Llegue al bar para hablar con el.
Pero llegue en mal momento.
Unos tipos querían matar a mi Amigo.
Brandon y Richard cuidaban de Kenet.
Mire a ambos y les hice una seña con la cabeza y ellos asintieron.
Tome el arma que llevaba y les dispare a esos tipos mientras ellos sacaban a Kenet.
Las balas destruían todo a su pasó.
Me apoye detrás de la barra para que las balas no me alcanzarán y me sirviera de escudo para regresarles los tiros.
No descanse hasta que el último estuviera muerto.
Salí de ese lugar antes que la policía llegará.
Al salir, Brandon llego y me sonrió.
-Hay que irnos idiota- dijo haciéndome reír.
Ellos fueron mis únicos amigos que tuve en mi infancia y los únicos que me visitaban en el hospital.
Fui por mi moto y seguí a Brandon.
Unos minutos después llegamos a una hacienda.
Seguridad me revisó y le dieron mi arma a Brandon, que después me la dio.
Al entrar a la casa, Kenet estaba en la sala y Richard igual.
-Pero miren quien apareció, Nuestro psicópata- dijo Kenet haciéndome reír.
-Este Psicópata les salvo el culo, trio de idiotas- les dije haciéndolos reír.
-Tienes razón, pero dime ¿Aque se debe tu cordial visita?- me preguntó y suspire.
-Necesito tu ayuda...
(•••)
Todo lo que estaba haciendo era por ella.
Por mi hermosa reina.
Y realmente tengo un poco de miedo por ella.
Kenet me pidió a cambio de su ayuda, que fuera a saldar cuentas con personas que le debían y al ver la lista que me dio, tardaría unos cuatro a cinco días.
Tiempo en el que mi Reina se quedaría sola y su vida peligraría.
Pero todo lo hago por ella.
Por nuestro futuro juntos.
Le di la dirección a Richard para que investigara a Cielo, quería saber todo de mi Reina.
-¿Estas enamorado?- me preguntó Kenet y asentí.
-Ella es la indicada, ella será mi Reina, de eso estoy seguro...
Ella me pidió que la sacará de su infierno y eso haría.
Ella seria la Reina de mi infierno.