Nacer y Morir

2600 Words
Nuevo Hombre   Episodio 11     Mi experiencia s****l era casi que muy corta hablando en cuanto a estar directamente en la cama y teniendo sexo en toda su plenitud. No siempre terminaba en la cama con una mujer, contando las mujeres con las que directamente había llegado a tener sexo en todo su concepto explícito. Entre ellas la primera y creo que la más importante era White, después de ella solo había estado con Dalia y ahora con Celeste e Iris, por lo que en verdad solo con cuatro mujeres había logrado tener sexo en definitivo. Con las que me habían “Servido” por decirlo de alguna manera para intentar olvidarme de La Loba solo habían sido otras 4 incluyendo a Celeste en esa lista en la cual solo había sucedido sexo oral exclusivamente. Es por esa razón es que al final de cuentas podía tener la certeza que con la que me quite la virginidad había sido con White y ¿Quizás? Por eso es que mi cuerpo y mi interior estaban arraigado a ella como chicle a pared. Pero con la que en mi mente a pesar de estar con otras u otra en específico, siempre en mi mente estaba presente ese deseo y ese rostro de haber querido tener Sexo con la Loba. Fue la primera mujer que realmente ame con todo mi corazón y con toda mi vida que cuando las cosas se habían dado para que tuviéramos nuestra primera vez, simplemente no paso. Por lo que lo único que tenía en mi mente y en mi recuerdo habían sido las veces que solo habíamos dormido abrazados como dos niños inocentes. A la larga sé que podría decirse que es muy toxico de mi parte hacerme a la memoria sobre la Loba, pero algunos amores nunca se superan por más que uno logre encontrar una pareja que pueda amar y respetar. Ese primer y verdadero amor nunca se olvida y siempre se llevan tatuados en la piel y más cuando las circunstancias no fueron las apropiadas o en mi caso no se llegó a completar o a poner la cereza en el pastel habiéndome quedado a horas de nuestro matrimonio y del cual ella solo había renunciado. Lo bueno en la vida siempre está ahí esperando por la persona indicada y de todo eso White había resultado beneficiada. Tomando de mi “Esa primera vez” con la que todos en algún momento llegamos a experimentar. Algunos no siempre en las mejores circunstancias, pero que de igual forma son inolvidables. Así mismo me sentía con White, esa primera vez para mí era inolvidable, pero ahora había un nuevo debate. Era mi primera vez con dos mujeres a la vez y cabe aclarar que también fue la última, ¡Jamás! Repetí tal acción en mi vida por la que considero que en la vida desde ese punto de vista ¡Logre renacer como mi Primera vez en la vida! En mi había nacido y muerto un nuevo hombre y una nueva oportunidad para decidirme si quererme aferrar a la vida con White o seguir como estaba en ese momento “Libre” Pero desgraciadamente en mi podía mas la “Primera vez” con White que el significado de vivir en libertad.   Ahora regresando con Celeste e Iris, la situación estaba muy candente y emocionante, ¡Se sentía lo más de exquisito! Estar por debajo de esos dos monumentos que simplemente no quería dejar de disfrutar esa exquisitez de la vida que sabía que no iba a poder repetir. Tener la v****a caliente y mojada de Iris en la cara y por debajo a Celeste, el momento para mí no podía ser más perfecto y excitante, definitivamente no quería que terminase de esa forma. Estaba luchando para que todo continuara de esa forma. Seguía lamiendo e introduciendo mi lengua y cara en esa v****a ardiente y sabrosa que tenía iris, era llegar al Valhala del deseo y del éxtasis, no necesitaba otra emoción en mi vida. Con todo esto le estaba dando la emoción perfecta e irrepetible a mi vida, las drogas que podrían existir no eran nada ¡Parecido! A lo que estaba sintiendo, ¡De seguro! Ninguna droga podría darme el placer que ellas me estaban dando. ¡Lo que sucede! Es que en algún momento de mi vida estando separado de White y de la Loba ¡por ahí! alguien me había vendido unas capsulas que según ellos decían que era éxtasis, pero sinceramente lo único que me dieron a sentir o experimentar fue un sueño terrible y no quise jamás en la vida volver a tomarlas. Pero no había sido lo único que me había mentido en ese entonces, pues también logre probar la cocaína y en verdad no sentí ni un solo cambio en mi organismo ni en mi mente, todo había sido tan normal y sin sentido alguno, por lo que también ¡Nunca más en la vida! Volví a probar esa maldita mierda de  drogas. Lo único que nunca hice por probar después de haber consumido lo más fuerte fue la m*******a, aparte que no era fanático del cigarro no se me dio por querer siquiera buscar una manera de consumirla, por lo que con las drogas definitivamente mi vida no había sido creada para probar los vicios. El único vicio maldito que tenía y que nunca logre reponerme fue el vicio de querer estar en una vida entera con La Loba y después de ese vicio, el maldito vicio del sexo del que después de probar con White ella me daba muy seguido y después todo fue descendiendo. Eran mis únicos malditos vicios de los cuales nunca me pude recuperar y aunque quise estar rehabilitación esos vicios no se alejaron en lo absoluto. Por lo que tener a esas dos mujeres me había hecho ir y venir al infinito cientos de veces  y no quería estar en otro lugar que no fuese debajo de ellas, disfrutando los tres de los tres una y otra vez hasta quedar completamente exhaustos y tirados sin fuerzas. Celeste al ver que mi cuerpo seguía ahí empedernido con querer saborear y tragarme literalmente esa concha que tenía en mi cara, ella comenzó ¡Ahora si a cabalgarme como debía hacerlo! Intensifico su movimiento dando pequeñas sentadillas en mi pene. Sentía como ella se había apoyado en mi abdomen y había comenzado a salir y entrar de mi pene con esas sentadillas que al quedar por dentro de mí sentía como si esa v****a tuviera algodón en su interior, ¡Se sentía lo más de bien! Que lo único que me provocaba era que ella siguiera haciéndolo hasta que ella se satisficiera las veces que quisiera hacerlo. Pero Iris no estaba para nada atrasada en lo suyo ella comenzaba a dar gritos desesperados desgarrando el piso con sus uñas. El orgasmo estaba próximo a hacerse realidad, esa v****a comenzó a menarse más fuerte y se sentía todo más cerrado por dentro que lo único que pude hacer para esperar que ella terminase, fue dejar mi lengua de fuera dentro de su v****a lo más que la pudiera meter y que ella se moviera alrededor de mi cara. Hasta que ¡Llego el momento de su éxtasis, de su orgasmo! ¡Wow! ¡Ach! ¡Umm! ¡Omam! Era todo lo que podía lograr escuchar de parte de Iris. Su orgasmo había sido tan intenso que simplemente se dejó correr por completo relajando todos sus músculos vaginales y sus piernas quedaron más aguadas que mi pene después de haber terminado por tres veces seguidas. Pero en definitiva eso no sería lo único que pasaría en ese lugar, ella tenía que esperar a reponerse y esperar por lo demás, aun me faltaba penetrarla con todo el deseo que me había provocado hacerlo. Celeste al ver que ella había terminado no quiso continuar en esa posición, por lo que se quedó sentada encima de mí y viéndome riéndose me dijo. -¡Te está gustando verdad! ¡Espero que aguantes para más!- -¿Que si puedo aguantar para más? ¡La pregunta hasta ofende mi amor! ¡Pues claro que les puedo aguantar lo que ustedes quieran!- Iris tomo la toalla para limpiarme la cara pues taba completa mente manchada de su orgasmo y solo se sentía tan delicioso que me encantaba cuando se venían encima de mi así de esa forma, era un manjar de Dioses. Se levantó Celeste y le dije: -¿Por qué te levantas? ¿Acaso no quieres continuar?- -¡Si mi amor! ¡Por supuesto que deseo continuar! Pero quiero algo diferente, ¿Si puedes verdad?- -¡Dale con lo mismo! ¡Yo te pongo en cuatro en ocho y hasta en 12 si quieres! Es más a las dos al mismo tiempo me las puedo coger sin problema- Iris al ver que mantenía una erección tan fuerte o incluso más que al principio no dejaba de verme. -¿Quieres volver a tragar v***a? ¡Que ganas no me faltan de meterte este trozo de carne a tu boquita mi amor!- -¡Lo que quiero es sentirlo adentro! ¡Deseo que me atravieses con eso!- -¡Para luego es tarde! ¡Vente para acá, que si no te han dado una buena cogida de seguro yo intentare dártela!- Celeste no estaba muy de acuerdo a mis palabras, de seguro ella quería que me la siguiera cogiendo, pero si ella era la que había propuesto esto, pues tenía que aprender a compartir y no solo para ella. Por lo que de alguna manera se me estaba ocurriendo una idea a ver si le gustaba a Celeste más que todo. -¡Celeste! ¿Qué prefieres dar primero, Culo o v****a?- -¡Quiero tu v***a en mi culo!- -¡listo! Celeste ven aquí y te pones en cuatro para mí, y tu Iris boca arriba en el sofá me darás concha- No sabía si estaba bien mi idea pero de igual forma a las dos intentaría satisfacer, al mismo tiempo para que no se quejaran. Aunque lo ideal seria que primero terminara con Iris y luego con Celeste, por aquello de la higiene y todo ese rollo, pero simplemente es lo menos que se piensa en ese momento y aparte Celeste e iris tenían el ano más limpio que mis narices. Celeste se acomodó en cuatro frente a mí, mientras Iris con sus pierna levantadas y dejando toda su v****a a mi disposición abierta para que solo pudiera entrar y salir de ella en repetidas ocasiones. Me acerque a iris primero, para ir haciendo que ella comenzara a sentir mi pene dentro de ella tal y como ella quería sentirlo. Agarrando sus pies con sus manos me acerque y acomode en la entrada de su v****a mi pene jugando un poco con el clítoris y redondeando sus labios vaginales para que no fuera de un solo hacia dentro de ella y así lograr que se excitara aún más. De solo hacer eso ella gemía y gemía sin cesar, de seguro estaba muy excitada para gemir con tremenda fuerza. De por si no me gusta mucho que griten en exceso, lo necesario y oportuno está bien, pero la exageración tampoco era mi fuerte. Ahora estaba lista para que la penetrara, pero entre despacio, primero introduje solo la cabeza del pene para que ella sintiera como si se estuviera abriendo paso entre la selva rompiendo las capas de sus paredes. ¿Quiso? Soltar sus piernas para agarrarme y que entrara directo, pero ella al ver que mi gesto fue no el esperado, se abstuvo de momento, agarrando firmemente sus piernas para dejar que pudiera entrar al ritmo que quería hacerlo. Ahora el momento de entrar por lo que me resbale sin piedad hasta el fondo de su v****a, me fui directo al tener mi pene hinchado de placer y erecto de deseo no había otra reacción más que un grito fuerte lleno de placer por ella. Celeste estaba ahí a la par en cuatro tocándole los senos para lograr que se sintiera de mejor manera el asunto. Me Salí de inmediato y volví a entrar de golpe, le estrelle los testículos en sus labios vaginales de golpe. ¡Abre tu culo! Le grite a Celeste, ella de inmediato llevo sus manos a su trasero abriendo su entre pierna y me cambie de lugar haciendo que la punta del pene quedara justo en la entrada de su ano que ya tenía cierta elasticidad y lubricación. Mi pene estaba en su zona anal justo y preparado para entrar sin fallar, pero jugué con ella, quería jugar con ella, mientras Iris se había quedado ahí con la v****a roja y abierta dispuesta a recibir sus empujones más seguidos. La situación estaba muy intensa y sentía que mi pene estaba  tan excitado como mi pensamiento y mi deseo y eso era un beneficio triple pues no me sentía tan excitado desde que quería estar con La Loba. Aun no iba a entrar al ano de Celeste solo estaba jugando ahí para seguirlo preparando y así cuando viera que ya estaba palpitando entonces ahí si iba a entrar de lleno en ese ano cerrado y redondito que tenía ¡Mi buena amiga Celeste! Al dejar unas gotas de lubricante natural de mi pene, me pase de nuevo con Iris, esta vez sí me fui de largo y de fondo. La penetre con fuerza y directo y en varias ocasiones, me la estaba cogiendo como ella quería que lo hiciera salía y entraba de ella como si de una carrera se tratase. La cuestión mía era dejarla ahí palpitando mientras lograba ingresar por completo al ano de Celeste. Iris no dejaba de gritar y saborearse los empujones que le estaba propinando en esa noche ya de lujuria y perdición que estábamos teniendo. -¡No pares por favor Jupi! ¡Te lo pido que no pares! ¡Hazme terminar así por favor!- ¡Eso si me gustaba! ¡Que pidieran más y que suplicaran por más! No era por hacer de menos, porque todas las v*****s como todos los p***s son diferentes y se sienten emociones diferentes, pero la v****a de Iris se sentía casi que sin mucho uso, casi que sin estrenar, entraba y salía de ahí como tubería lisa y bien lubricada, era como estar penetrando un copo de seda. Por lo que eso me estaba haciendo que me dedicara más a ella que a Celeste, pero si Celeste se molestaba era capaz de dejar todo así e irse por lo que no quería que se molestara en lo absoluto. Deje de penetrar a Iris y me pase con Celeste nuevamente, pero esta vez vi como su ano estaba un poco más estirado, ¡Pero como quería sentirlo adentro! Pues no hubo más remedia que dejarlo ir directo y sin piedad. Se lo asome y la tome del cabello como si fuese una potra preparada para la cogida de su vida y al poner justo ahí en la entrada y esperando a que se resistiera un poco a la penetración me fui hacia adelante y sin esperar ni  preguntar lo empuje hasta el fondo. -¡Hay hay!! Um! ¡Jupi te fuiste de largo mi amor!- Hubo un poco de resistencia y necesidad de expulsarlo pero hice que se quedara ahí adentro jalándola del pelo con fuerza y empujando toda su cadera hacia dentro del sofá cayendo literalmente sobre de ella, para que no pudiera sacarse el pene en ningún momento.  
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