Las Sombras de los Recuerdos Pricionero de la Oscuridad

Durmiendo con el Marido

Episodio 34

¿Pero qué demonios? ¡Maldita sea la vida que me había parido! White otra vez estaba en sus andanzas, por más que ella hubiese cortado esa llamada y me hubiese apagado el teléfono por tres días, definitivamente no podría ocultar el hecho que me estaba siendo infiel nuevamente y no era con su cuñado al parecer.

¿Por qué Putas esa mujer no podía estar con un solo hombre? Al menos si iba a seguir con sus puterias debería dejarme ir, de la misma manera que lo hacía Rosario cuando me traicionaba.

¡En eso si había clase por parte de Rosario, porque al menos ella me terminaba y no como White que me hacía creer que todo estaba bien pero en verdad me traicionaba siempre a mis espaldas y lo peor que después de haberla descubierto ella negaba todo el asunto acontecido.

No sabía cómo averiguar lo acontecido ese día con White y sentía impotencia al estar en esa situación.

La angustia, se hacía muy fuerte dentro de mí y me estaba empujando a querer ir directamente a buscarla y saber ¿Cuál era la razón de su traición? O más bien ¿Quién era esa persona con la cual me estaba traicionando? La Puta infeliz de White.

Había otra razón que también me tenía con cierta intriga, pues mi madre de seguro sabía más de algo al respecto pero no quería o simplemente estaba comenzando a prender a no involucrarse en esas cosas directamente.

Lo cierto es que mi madre iba a reventar si o si de esa situación, pero no quería que ella llegara a tanto como lo hizo a un principio.

Deje que pasaran esas noches para después ponerme manos a la obra en buscar respuestas sobre esa situación específica.

En verdad la vida con White nunca, ¡Pero nunca fue de lo más agradable! Toda su vida se llenó de traiciones descaradas y mentiras en la cara con el mayor descaro ¡Jamás conocido por mí!

Al final, si quería encontrar un verdadero culpable a mi maldita suerte, ¡El único y verdadero culpable era solamente mi persona!

Solo yo era el culpable que siempre me pisotearan como si fuera una vil y podrida basura.

Fueron tres noches sin poder dormir nuevamente a parte que las anteriores no había podido estar descansando ¡Como tal! Pues siempre me atormentaba el pensamiento de ¿Qué estará haciendo? ¿Cómo estará? ¿Sera que en verdad me extraña?

Eran infinidad de preguntas que me hacía constantemente y que siempre paraba llorando su ausencia o por estar lejos de ella.

Ahora solo quedaba averiguar en mi interior ¿Cómo le haría para averiguar y confirmar cualquier información que pudiera obtener?

¿Quizás? La respuesta la tenía, pero no quería recurrir a esa situación, pues de seguro podría costarme muy caro después de eso.

La persona a la cual podría recurrir pero sin saber si sería discreta, por la forma en que se comportaba comúnmente, no solo conmigo sino con todo el mundo que la rodeaba, me podría salir mal la situación, pero si con eso podría averiguar más de alguna información valiosa lo tenía que hacer.

La persona de ¿Quién estaba hablando? Era la hermana que tenía dos hijas y que una de ellas, la más pequeña en edad, en ocasiones me decía Padre, ¿Quizás? Porque me veía que las sacaba a pasear y les daba a veces regalos a ellas, porque al final de cuentas eran niñas y no tenían la culpa de nada de lo que sucedía a su alrededor.

Me iba a armar de valor y afrontar la situación de la mejor manera posible arriesgándome a esas consecuencias.

No espere un segundo más después que amaneciera y sabiendo que White se levantaba tarde y más si estaba en compañía de alguien en específico.

Tome el teléfono y llame directamente a Margarita la hermana de White.

La llamad entraba pero no recibía respuesta alguna, ese era otro problema que ella tenía al respecto pues siempre mantenía el teléfono en silencio o en vibrador por causa que a la larga no me importaban en lo más mínimo.

-¡Bueno! ¿Quién habla?-

-¡Buenos días No grite por favor! Solo quería platicar con usted-

-¿Conmigo? ¿Por qué? Quiere que le pase a mi madre-

Ese era otro tema muy controversial en la vida de ellos, pues Margarita en todo momento le vivía diciendo Madre a White lo que en algún momento de la vida, en la convivencia con White ella me había explicado lo siguiente.

White me comento que desde la edad de 9 años se había quedado sin sus padres y que sus hermanos mayores, pero más su hermano mayor había sido ¿Quién? Le había cuidado una cierta parte de su vida.

Juntamente con su hermana menor, pues Margarita era la cuarta hermana que había nacido en circunstancias muy complicadas.

White me platico que Margarita nació el día que su madre murió, ósea la madre de White murió dando parto a Margarita, y años después había muerto su padre.

No es que dudara de la situación, pero es que en verdad las edades entre ellas no cuadraban pero al principio de la situación ¡Nunca mencione nada al respecto!

Esa era otra versión que ni madre me había comentado ¡Nunca jamás! O posiblemente ni ella lo sabía como tal.

La cuestión es que Margarita por haber crecido con la figura materna que White era su hermana mayor pues la otra hermana mayor se había ido de casa y se había casado muy joven, solo White había llevado el peso de cuidar y criar a su “Hermana”

¡Pero nunca dude o quise dudar de la situación! ¿Por qué para que lo iba a hacer? No me ganaba nada con dudar o no de sus historias.

Hasta el momento esa era la explicación que sabía al respecto y por esa causa era que Margarita le decía Madre a White.

-¡No me la pase! Solo quería llegar pero de sorpresa, por eso quería saber si podía llegar, pero solo para que usted lo sepa y que White no se entere-

-¡Hay no creo que eso se pueda!-

-¿Por qué razón no cree usted que se pueda? ¿Hay algo que me lo impida?-

-¡Lo que sucede es que mi Madre esta con su marido! Ósea con Geovanny que vino de visita y aun no se ha ido-

-¿Cómo así que con su marido? ¿No se supone que ellos ya habían terminado desde hacer más de 3 años?-

-¡Si pero mi Madre y Geovanny se han visto desde entonces!  Ahora que vino de visita un mes si no estoy mal porque se va ir a estados unidos unos meses y de ahí vuelve a venir, algo así escuche ayer-

-¡Disculpe que le pregunte esto! ¿Pero ellos duermen juntos?-

-¡Si todavía no han salido de la habitación!-

-¡Gracias llamo otro día entonces pero por favor no le valla a decir que la llame a usted porque no quiero provocarle problemas a nadie!-

Mientras estaba hablando con ella, la verdad estaba reventando en mil pedazos pero de cólera y celos.

Más que de tristeza y dolor, lo que se había apoderado de mi había sido el enojo y los celos incontrolables que tenía por ella en ese momento.

No puedo negar que me dieron ¡Hartas ganas de ir corriendo a su casa e ir hacerle un gran escándalo! Pero quería demostrar que parte de un idiota imbécil enamorado de la persona equivocada, era todo un caballero mejor de los que ella pudiera en algún momento tener en su vida.

¡Perdóname pues White por amarte tanto! Como un loco desquiciado e idiota imbécil incrédulo que no podía creer que estuviera sucediendo esto ¡Otra vez!

Era como un maldito circulo vicioso que se repetía una y otra vez en mi vida.

No sabía para dónde agarrar, quería desaparecer y encerrarme en una burbuja de donde ¡Nadie me encontrara! Solamente quería desaparecer de la existencia y no sentir esa enorme cólera que estaba sufriendo.

¡Si claro 30 días para volver a sentir lo mismo por ti! ¡Si como no! pero el idiota de Júpiter tenía que creer cada palabra que ella decía sin piedad y sin corazón.

Solo actuaba bajo sus propios bajos y maldito instintos de ser una verdadera Puta, que entregaba su cuerpo a cualquier idiota incluyéndome, solo para saciar su sed de sexo que tenía en ese entonces.

¡No porque yo no pudiera cumplirle! Pero ella lamentablemente era de las que quería disfrutar lo último que le quedaba de juventud para acostarse a diestra y siniestra con las personas que fuera y más si se trataba de un hombre menor que ella.

No importaba si era dos o diez o incluso 15 años menor que ella, solo quería p***s y sexo con hombres jóvenes.

Ahora que tenía esa información, lo que deseaba era hacerla caer en su mentira y traición y me estaba decidiendo en ir a su casa como en forma de mensajero para verle la cara de ¡Hipócrita y Traidora!

Quería ver si era capaz de negarme en mi cara que estaba con su marido nuevamente desde saber cuántos meses o años nuevamente o incluso no se separó de él, nunca y por esa causa era que tampoco ella quería que lo nuestro saliera realmente a la luz de la luna esa relación que sentía que tenía con ella.

Pero por más que lo pensé de esa forma sentí que realmente no iba a funcionar esa situación por lo que lo rechace de inmediato y me conforme con saberlo solamente, encararla en algún momento de mi regreso con ella.

Pero llevaba ya en mi mente y corazón esas acción de ella tan descarada, definitivamente lo único que estaba haciendo hasta el momento era respirando por las malditas heridas que ella nuevamente estaba abriendo en mi alma.

Estaba abriendo todas esas heridas que algún día pensé que ella me había cerrado cuando Rosario me había dejado, solo y abandonado al borde de la locura y desesperación.

Mi madre había comenzado a llamar, no deseaba responderle en el estado en el que me encontraba pues estaba más que seguro que ella de inmediato se daría cuenta que algo me pasaba y no podía ser más que de parte de White.

Por lo que tenía que hacerle creer al no responderle que de seguro estaba ocupado en algo y solo le escribí un mensaje de texto diciéndole que le llamaría al tiempo.

Entonces ahí comenzó la hecatombe con White o más bien por White, pues se había dejado ver cómo debía ser con su marido en la calle.

Ella simplemente no podía decirle a su marido ¡No vallamos por ahí! o ¡no vamos por ese lado!

Mi madre me respondió diciendo en el mensaje:

-¡Ya comprobé porque es que White ya no está viviendo contigo otra vez!-

Ese mensaje no solo me estaba diciendo, que ella ¡Ya sabía! O conocía ¿Por qué no vivía actualmente con White? Sino que parte de esa situación también me estaba afirmando que anteriormente también no había estado viviendo con ella.

Lo primero lo podía creer, pero ¿Lo segundo? ¿De qué forma ella se había enterado que ya habíamos estado separados una vez?

Eso definitivamente lo tendría que averiguar y solo lo haría llegando con ella y conversar sobre lo sucedido, haciendo que la Hipócrita y Traidora de White no quedara tan mal delante de mi madre, por lo que me echaría algunas culpas encima que no habían sido como  tal culpas mías.

Pase un día hecho ¡Mierda! No tuve deseos de comer nuevamente y aunque no quería sentirlo así, la cólera que estaba sintiendo por dentro solo era para disimular el dolor y la decepción que me había hecho sentir el averiguar y darme cuenta nuevamente que White simplemente solo me estaba entreteniendo y no estaba haciendo nada para rescatar lo que en algún momento a ella le importo y que hasta ahora le había dejado de interesar una y otra vez con sus malditas y descaradas acciones.

Me cogió la noche y mi deseo era ir en búsqueda de Celeste para desquitarme, pero aunque ella no me estuviera viendo y no lo supiera como tal, no lo iba hacer de esa forma porque de igual manera me estaría convirtiendo en lo que ella era ¡Hipócrita y Traidor!

Al menos yo si tenía dignidad y no me iba a entregar a esa situación de que “Te pago con la misma moneda” ¡Como muchos hacen a lo largo de sus miserables vidas!

Solo saldría del departamento esa noche a tomar algo de aire fresco a algún lugar cercano a la ciudad para ¿Talvez? Encontrar algún tipo de pensamiento de calma y serenidad por la situación que estaba atravesando.

¡Pero fue todo lo contrario! Tome el auto y me dedique a buscar a Rosario por cielo y tierra sin parar toda la noche, pero fue completamente infructuosa esa búsqueda.

Lo cierto que desde tanto que la busque quede completamente exhausto y me quede a dormir dentro del vehículo en el parqueadero del edifico, pues sabía que si lograba ingresar a ese departamento me iba a ser ¡Mierda por completa la vida! ¡Si, más de lo que ya tenía la vida!

Hasta que amaneció, el guardia se acercó a ver si todo estaba en orden, pero al ver que ya era de día Salí del auto al departamento porque tenía que ir con mi madre de una u otra forma ese día sin excusa alguna.