Perdámonos de Este Mundo

3069 Words
  Episodio 6   -¿Pero porque me dices esto hasta ahora? ¿Qué te ha pasado? ¿Cómo es que ahora vienes con ese cuento chimbo y sin sentido? Dalia si yo de verdad te amo y deseo una vida contigo, pero quería que tu fueras un poco más estable conmigo- -¡Lo siento no puedo seguir así! Tú estando con White te conviertes en otra persona diferente y la verdad me siento muy a gusto con mi decisión de seguir con la mujer que estoy saliendo- -¿Pero y entonces porque me dices que quieres una última vez conmigo? ¡Si sabes que eso lejos de hacerme sentir bien me hace daño!- -¡Eso solo si tú quieres! No te estoy obligando a nada, pero si crees que así va ser mejor, entonces procedo a despedirme de ti-   No sabía realmente como tomar la situación que estaba pasando justo frente a mí en ese momento. Quería que de alguna forma ella solo estaba bromeando y haciendo que pareciera real por el hecho de que aún me veía con White y pues no era solo verme con ella, sino más bien cogiendo con White. Pero al parecer ella estaba siendo muy honesta conmigo y se le veía que no estaba bromeando al respecto. Por lo que queriendo intentar que averiguar y hacerla caer en esa broma de muy mal gusto y muy pesada, me senté y le dije. -¡Por favor dime que no es cierto! Que solo estas bromeando o te estas vengando al respecto, pero no me digas que quieres dejarme por una mujer- -¡No amor lo siento! Pero es verdad corazón, y en verdad me duele más a mí que a ti, porque de seguro tú encontraras consuelo en White, mientras que de mi parte tenga que seguir ocultándome para sentirme mejor al respecto- Queriendo aún más saber si era broma, pues me atreví a decirle……. -¿Podríamos vivir los tres juntos y así no tendrías por qué ocultarte de nadie? Todo con tal de no perderte y verme obligado a regresar con White- -¿Pero si no quieres regresar con ella no lo hagas? Tienes que ser dependiente de ti mismo, aun así eso cueste más, pero podría asegurarte que lo vas a superar- -¿Entonces porque no he podido superar a la Loba todavía? y si tú te vas serás otra en mi lista de perdidas- -si voy hacer una más de tu lista, quisiera ser de las que más feliz te haya hecho- -¡Pero no es así! Porque me estas dejando y nuevamente se repite mi ¡Maldita historia! Estoy condenado a la soledad y al desprecio de una u otra manera- Ahí estaba derramando mis lágrimas peor que cachorro necesitado de amor, ella solo podía verme desde ahí parada frente a mí sin acercarse y sin querer si quiera buscar un abrazo o un sentimiento de consolación. Todo estaba saliendo de la peor manera posible en mi vida desde entonces, y no es que no pudiera vivir solo; ¡si me encantaba estar solo! Pero había algo que no me dejaba estar solo o no al menos sin White. ¡Si era amor! No lo sé, pues si hubiese sido amor de verdad y real ella nunca me hubiera traicionado o no me estuviera obligando a querer estar con ella. Resignado de alguna manera a que ella no volvería a esa casa donde ya muchas desgracias sentimentales habían ocurrido, no había remedio. Entonces supuse que seguramente estaríamos ahí una última vez y de pronto o muy pronto también me marcharía de ahí. Ella saco de su bolso las llaves de acceso a casa y las deposito en la mesa de estar, así como la tarjeta de ingreso de la garita de seguridad y por ultimo dejo sobre la mesa mi corazón roto y desconsolado ¡Otra vez! Solo la veía con esa mirada de tristeza y de un corazón destruido abatido en un campo eterno de batalla que al parecer no tenía fin el hecho que cada quien que pasaba por ahí solo llevaba la misión de dispararme y dejarme herido y moribundo. Fue ahí hasta que ¿Quizás? Sentido algo de pena y dolor y se acercó a abrazarme pero en esas circunstancias mi orgullo se acrecentaba e intente alejarme de ella. -¡No necesito tu lastima ni tus sobras!- -¡No lo digas de esa manera! En verdad me duele verte así y yo estoy más por dentro sintiendo el dolo y créeme que nunca había visto a alguien que sufriera un rompimiento tanto como tú, sé que puedes amarme pero lo mío en verdad siento que era lo que te aljaba de mí en verdad, lo que eso quiere decir que la culpable soy yo y no tus encuentros con White- -¡Pero si quisieras lo intentarías y no tomaras de tajo esta decisión tan absurda! ¿Si quieres toma a tus hijos y comencemos en otra parte de este planeta y vivamos solo los dos sin remordimientos y sin que nadie más nos vuelva a molestar, siento que contigo puedo ser feliz siempre- -¡Me encantaría en serio que sí! Pero viviría con ese remordimiento en mi interior que no seré la persona que siempre he sido desde adentro y ¿Quizás? Si podría ser muy feliz a tu lado pero mi sonrisa seria falsa, porque por dentro siempre estaré extrañando la persona que en verdad soy- Por lo que supuse que vivir de esa manera con ella sería como tenerla aprisionada para siempre y nunca realmente seriamos felices y definitivamente llevar todos esos sentimientos reprimidos y estar con esa sensación que nunca se pudo ser quien en verdad se era, pues traería sus repercusiones en la vida. No quedaba otro remedio más que ¡Decirle Adiós! Un placer haberte conocido en esta vida y ver como se iba por esa puerta una mujer más de mi vida. Pero no era solo ver como ver irse por una puerta, era ver salir a una mujer de la puerta de mi corazón y de mi alma en sí. Antes de irse quería dejar aún más huellas flotando en mi cerebro y me abrazo dándome la despedida más cruel que podía recibir para entonces. Me abrazo con un espíritu tan intenso que prácticamente quería que su alma se fusionará con la mía y así quedarse dentro de mí para siempre, pero eso ya no era necesario pues su alma ya había sido mezclada con la mía desde mucho antes y ahora solo me quedaría la silueta de su ser, silueta que dibujaría como aquella silueta que dibujaba en mi mente alguna noches o algunos días de la Loba. Hasta el día que viví con White fueron solo 3 mujeres las que en verdad quedaron completamente grabadas y que marcaron mi vida hasta el mismo día que decidí escribir mi historia. Ella dijo al oído llorando y recogiéndose las lágrimas -¡Solo te pido que no me odies! Recuérdame nada más cuando tengas tiempo para pensar en mí, pero no me odies como una perra o una zorra que posiblemente pienses que soy- -¡Que equivocada estas en tus pensamientos! Nunca pensaría eso de ti, simplemente me duele, ¡Sí! Pero tú ya tomaste tu decisión pues no me queda más que aceptarla y dejarte ir- ¿Ahora que quedaba? ¿Sera que aun quería despedirse de mí teniendo sexo? No lo sabía y mientras tanto no quería averiguarlo como tal, solo iba a dejar que ella hiciera lo que quisiera, pero definitivamente ¿Cómo sería tener sexo entre lágrimas? Era algo que definitivamente no lo sabía, porque por lo regular el sexo es antes de las lágrimas, pero en este caso era al revés. Lo único que sabía que la quería ahí cerca de mí, no deseaba que se fuera ni por un centímetro, pero aparte que ella decía que era por su culpa, definitivamente era mi culpa por darme cuenta que mis acciones también estaba haciendo que ella se alejara definitivamente de mi vida y eso ya no lo podía cambiar. La obligue a decidir entre el amor y la felicidad que no le estaba dando en toda su plenitud, pero ¡Estaba bien! Ahora quedaba ese sin sabor en mi boca y en mi sangre. Dejo de abrazarme y me tomo del rostro, me dio unas caricias en el rostro con sus mágicas manos, me vio con sus ojos quebrados y riendo me dijo: -¡Deseo que White se dé cuenta que lo que tiene delante de ella no es un hombre cualquiera! Sino Un niño en un cuerpo de hombre- ¡WoW! Espera por favor, pensé en mi mente ¿Cómo así? Pero de seguro eso es lo que me hacía ver débil mi forma de comportarme ante ella o ellas, siempre daba lo mejor de mi queriendo quedar como todo un buen chico, pero en verdad lo único que hacía era dar a demostrar mi inocencia a la hora de amar a alguien en específico no a cualquiera tampoco era de esa manera. Pero sinceramente ella capto en mi lo que siempre fui, ¡Un niño! Lamentablemente de la manera que la Loba me decía ¡Mi Niño! Lo que más recordaba de ella en ese momento de cual estábamos intercambiando miradas y sentimientos rotos, fueron las veces en las que por puras casualidades de la vida o por el simple hecho de que cupido y el destino me estaba jugando nuevamente la vuelta en la vida. Esos momentos en los que la tenía junto a mi lado de noche y me quedada disfrutando de su ser abrazado a mis brazos, disfrutaba el hecho de poder siquiera besarla sin que ella sintiera el momento justo de mi corazón abriéndose para recibir esos sentimientos que flotaban en el aire. Quería con ella llegar más lejos, quería con ella disfrutar muchas cosas y momento en la vida y aunque sabía que vivir con ella era una responsabilidad estar con ella era y seria mi responsabilidad, pero esas ultimas miradas fueron las ultimas que vi antes que ella se entregara a mí por última vez. Dejo de verme con su mirada triste y quebrada y me dio un beso como nunca era el beso del Adiós, era el beso que rompería el lazo entre los dos. Fue el beso que dio lugar a mi futura desgracia, dio el beso con el cual me entrego a la carne de la traición y de la obscuridad. ¡Para que íbamos a buscar la cama! Si todo lo que quería era sentir que se había despedido de mi de la mejor manera posible, por lo que en donde fuera ahí estaba bien. Aunque en verdad aun me sentía indeciso al respecto, pero debía hacerlo sino ¿Cómo iba a volver a probar esa miel? tan exquisita que ese día dejo de producirse. No espero ni perdió mas el tiempo besándome o de seguro iba con prisa y por esa razón no quiso tanto juego previo. Por lo que cuando sentí ella ya estaba ahí abajo tragando y chupando como el fin del mundo, solo bajo a beber agua al chorro de mi pene que estaba completamente erecto en unos segundos que sería la última vez esa boca tragara mi pene. Aun ahí seguía dudando de la situación y quise por poco resistirme al momento pero ella me sujeto fuerte y siguió en lo suyo sin parar. A lo que me llevaba a querer también beber de su pozo, por lo que en lugar de proponerle tome toda la iniciativa posible y me puse de pie me acomodo en el suelo y la hale del brazo haciendo un perfecto 69 si ella quería de mí, obviamente también quería de ella y no iba a dejar que se fuera sin haberme despedido como era debido. No es que se me hubiera olvidado lo que estaba sucediendo, pero ella así lo deseaba me deje llevar por el momento y los sentimientos por un momento valieron lo mismo que valieron los sentimientos para la Loba. Su clítoris y sus labios estaban tan deliciosos que no daban ganas de levantarse de ahí ni por un segundo, se sentían puro algodón de azúcar y tan húmedos como los sueños que me daban en ocasiones con ella. Fue una bajada y subida de emociones y de placer, pero así es como quería estar y si se podía pues permanecer así por un largo tiempo o todo el resto de la noche, hasta se me estaba ocurriendo, amárrala y perderla en el universo donde solo yo pudiera encontrarla, pero eso ya era delito. Allá abajo sentía como ella disfrutaba a más no poder y se estaba comportando como nunca lo había hecho, aparentemente estaba adoptando nuevas formas o técnicas orales producto de seguro de su relación con la mujer con la que se iría después de mí. ¡Como ya se iba también! Pues aproveche el momento para comerme su trasero también, si iba a ser una despedida para siempre que no se llevara solo el dolor del corazón. Al parecer ella iba preparada para toda clase de práctica s****l que se diera ese día, pues estaba tan relajada que solo gemía con mi pene dentro de su boca justo cuando me estaba comiendo su trasero y dándole  ligeras nalgadas para aumentar el calor del momento. Ella dejo de chupar allá abajo y se dedicó a disfrutar de la comida de culo que le estaba dando, dejando su cuerpo a mi disposición. Mientras me comía su trasero mis manos estaban por delante acariciando su clítoris e introduciendo con cierto ritmo unos dedos a su v****a dándole ciertos movimientos para que aumentara su placer y así también me recordara como el mejor hombre que habían tenido en el placer. Logro tener su orgasmo más rápido de lo previsto o de seguro ya iba bien excitada y sabiendo que era a eso a lo que iba es que su cuerpo estaba orientado a solo recibir el placer. Se levantó y de inmediato se puso en cuatro invitándome a disfrutar en todo su esplendor de su trasero, por la vez anterior que no se había podido y no iba a desaprovechar la oportunidad en lo absoluto.   -¡Vamos cógeme sin piedad y olvida que algún día fui muy pasiva contigo!-   Eso me estaba obligando a tratarla sin piedad, pero no iba a ser tanto así, antes que nada quise jugar con su v****a, penetrándola de lleno y dándole varios empujones, solo para dejarla hinchada de placer y posteriormente con algo de lubricación jugué con su ano hasta penetrarla como ella quería que lo hiciera sin piedad y directo a sus intestinos. ¡Así lo quería ella! Así se lo estaba dando, y así iba a seguir hasta que terminara derramando todo el semen en su trasero. No le iba a dar espacio para que ella se levantara de esa posición, solo seguí penetrándola y ella seguía gimiendo jugando con su v****a y sus dedos. Alcance a tomar sus hombros para así ejercer mayor presión a la hora de la penetración por lo que sentía ¡Tan delicioso hacerlo de esa manera! ¿Pero como no lo hice antes? Fue lo que pensé cuando la estaba penetrando, la sensaciones era completamente diferente a lo tradicional. Pues tenía su trasero pegado a mi cuerpo y haciéndole las penetraciones tan certeras y profundas que posiblemente ella sentía que la estaba atravesando con una lanza.   La vida no daba para nada más y ese era el momento para acabarle en su trasero, saque de lleno mi pene de su trasero a punto de explotar, pero ella me gano, realmente quería acabarle en el trasero, pero estaba tan a la expectativa que se dio de inmediato la vuelta y sin más se tragó todo el pene dejándolo por dentro de su garganta y fue ahí cuando grite de placer. Explote de los sentimientos encontrados que tenía en ese momento, en esa eyaculación se fueron todos mis sentimientos rotos y quebrados por el momento que estaba atravesando, por lo que al final tener sexo inmediatamente después del rompimiento en ese momento fue descargar todos los sentimientos rotos que tenía por dentro. Cada quien tuvo su momento ese día, repetimos cada acción por un par de horas más hasta quedar completamente exhaustos y sin reserva para ni un solo día mas. Ese día se terminó todas las provisiones y si había algo más que demostrarnos, lo entregamos todo y sin reserva alguna. No fue posible perderme con ella en el mundo, pero fue posible perderme en el placer con ella. Todo había quedado muy claro entre nosotros, ya nadie se llamaría ni buscaría en lo absoluto, tenía las llaves de vuelta y también fui enfático en decirle que pronto me desharía de la casa por lo que esa seria nuestras ultima vez que definitivamente nos veríamos. Ella se despidió de mí dejando más que un vacío en el corazón, también me dejo vacíos 7y secos los testículos de tanto que cogimos ese día. Ahora el momento de tomar una sola decisión que trajera paz, felicidad a mi vida o la total desgracia y perdición. Alguien estaba ansiosa de recibir una noticia de tal magnitud y de seguro iba a estar a la expectativa, pero ella jamás volvería a entrar a esa casa donde había rendido culto y devoción a Dalia. Esa casa quedaría con la lujuria impregnada de Dalia y no estaría más nadie ahí. -White, quiero hablar contigo y quiero que sea en cualquier otro lado menos aquí en mi casa, pues aquí ya no hay más que hacer y deseo salir de aquí- -¡Ven a mi casa! Aquí hablaremos- Definitivamente no iba a ser en su casa tampoco, tenía que ser un lugar neutral y donde los dos tuviéramos las mismas oportunidades de decisiones. Solo escuche como su corazón brinco de emoción y estoy casi seguro que ella lo primero que pensó fue que regresaría con ella, por alguna extraña razón ella sentido desde esa llamada que iba a regresar con ella y que esa sería mi última decisión en la vida estando aun libre. De ahí en adelante no había nada bueno que esperara por mí.
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