Narra Emma
“Soy el mejor depredador del mundo ¿no es cierto? Todo en cuanto me rodea te invita venir a mí: la voz, el rostro, incluso mi olor. ¡como si me necesitases!” moví rápidamente las hojas del libro hasta encontrar lo que buscaba, “tengo miedo, además de por los motivos evidentes, porque no puedo estar contigo, y por qué me gustaría estarlo más de lo que debería…” releí, es la octava vez que leo esas dos frases, la sexta que leo el capítulo y la tercerea vez que leo el libro, me maravilla la idea de sentir con tanta intensidad, a menudo tengo la duda de si alguna vez podre sentir de esa manera o si hay algo mal en mí, en toda mi vida he tenido situaciones que te podrían llevar al borde del risco, pero al parecer mi lógica siempre logra sobre pasar mis emociones.
Supongo que por eso estoy obsesionada con los vampiros y los licántropos, con la idea de encontrar a mi alma gemela tener sentimientos tan intensos que te llevan al borde de la locura, incluso la muerte, no es que pretenda morir, pero nunca en mi vida he hecho una locura por amor, nunca me emborrachado por amor o para olvidar el dolor, quisiera tener esas emociones tan irreales y hermosas de los libros o simplemente no tener que preocuparme por buscar a alguien que me ame, mi alma gemela lobo o vampiro lo haría sin yo tener que preocuparme por amarlo de vuelta, sé que es egoísta pero de todas formas nunca pasara.
Cierro el libro y contemplo su portada, seguramente Stephenie Meyer seguramente no tenga mis preocupaciones, describió los sentimientos de la saga con una intensidad inhumana y bellísima. Dejo el libro en mi mesa de luz, veo el reloj, ¡Dios es tardísimo! corro en dirección al baño y abro la regadera, me ducho, me arreglo y en menos de 30 minutos estoy lista en la entrada. Grito un ya voy a salir en la entrada, pero nadie contesta, creo que Zarah y Andres, mis romíes y mejores amigos ya salieron bueno mejor que no lleguen tarde.
…
Voy corriendo por los pasillos de la universidad con la esperanza de que el viejo de ginecología me deje entrar, para mi suerte no ha llegado, tomo asiento en mi mesa y me dispongo a esperar, la profesora entra y todos nos callamos eran las ultimas clases antes de nuestra practica y todo lo que nos digan podía ser útil.
- Buenos días, hoy es nuestra última clase antes de sus prácticas, recuerden que solo les quedan 5 días para inscribirlas. - Andrés Sara y yo decidimos que tomaríamos las practicas Marsella Francia estábamos muy emocionados por ir nos lejos y poder vivir otra cultura bueno ya los 3 hemos estado en Francia, pero vivir en el lugar es muy distinto a visitarlo. -
Las clases pasaron rápido, no vimos temas nuevos solo repasamos lo mismo, ahora voy a la cafetería para comer un desayuno almuerzo, pido 2 cafés y una tarta, me senté en las sillas frente a la biblioteca disfrutando de mi hermoso café y mi tarta cundo de la nada alguien se sienta en la silla del frente y se roba un trozo de mi tarta, estaba dispuesta a tirarle mi café a él ladrón, pero una risa conocida me detuvo.
- Te piensas defender con un café que esta tapado. - exclama Andrés riendo
- Pues si era mi intención. –
- Si alguien te secuestra morirías. -
- ok. -
- Esta noche hay una fiesta y vamos a ir. –
- Haaaa ya- lo mire no muy convencida, no soy mucho de fiestas - y Zarah que dijo sobre ir a la dichosa fiesta. –
- Qué bueno, pero que se queda un rato y después se va con un amigo. –
- Entonces me toca ir, me vas a obligar. -
- Si, exacto, no seas aburrida solo nos quedan pocos días para entrar a ser esclavos del sistema. – contesta el.
- Hablando de las practicas. ¿Ya todo está listo para mudarnos? –
- Si la casa esta amoblada y los carros ya están listos. –
- Que emoción viviremos en el país de la moda. – exclamo.
- Bueno voy a clase te dejo. – dijo con la intención de tomar el segundo café que estaba sobre la mesa.
- No lo toques es para Zarah. – el solo me guiña un ojo y se lo lleva.
- Humm.- suspire me dirigí otra vez a la fila para comprar otro café.
Ya con el café en la mano entre a la biblioteca, salude a nuestro amigo Luis el encargado de las salas de audio visuales, el simplemente me respondió el saludo y me lanzo las llaves del salón de donde estaba Zarah, yo las atrape en el aire y me adentre a el aula, la vi dormida en una de las poltronas cerca a la calefacción. Esto ya era casi una rutina, ella y Andrés dormían aquí después de una noche de excesos, el único que tiene llaves es Luis así que no hay ningún riesgo en que alguien más aparte de nosotros entrase.
La moví cuidadosamente para que nos fuéramos a casa, pero no despertó así me dirigí al mueble del otro lado del salón y saque una manta, se la coloque que encima y me recosté a su lado ella simplemente abrió un ojo, me vio y se recostó en mí.
Mi mejor amiga era todo un caso era extremadamente sensible y sus emociones eran intensas, nos conocimos desde niñas pues éramos vecinas en Vancouver, crecimos juntas, inseparables, ella era la novia de mi hermano éramos como familia, pero no pensábamos que después de tanto dolor seriamos nuestra única familia además de Andrés que es nuestro mejor a migo y mi primo.
Después de un rato salimos del salón nos despedimos de Luis y nos dirigimos al jeep, ya en el carro ella se recostó en el asiento del copiloto, yo le pase una manta y el café, ella tan solo lo olio e hizo mala cara. – bebe tomate el café que hasta aquí puedo sentir tu resaca. - respondí con voz dulce, ella simplemente tomo un pequeño sorbo y lo dejo entre sus piernas. Después de uno minutos de viaje llegamos al departamento, las dos nos dirigimos directamente a nuestras habitaciones, yo a esperar a que sea la hora de la fantástica fiesta (sarcasmo), y supongo que Zarah a darse una ducha.
…
- Llegue bellezas. - exclama Andrés abriendo la puerta del departamento. – salimos en 1 hora.
- Que dices si es temprano. - contesto desde la cocina.
- No es temprano van hacer las 10 de la noche. – responde mi bebe.
- ¿Tengo que ir? – pregunto haciendo le morritos al casanova.
- Sip, no voy a dejar que vivas tus veintes encerrada leyendo sobre creaturas que NO existen y romances que NO tendrás si no sales a conocer personas REALES. – contesta el con un poco de sorna.
- Está bien ya que. -
Salí de la cocina en dirección a mi baño para darme una ducha no se para que, si después de unas horas tendré el cabello oliendo a cigarrillo, el maquillaje corrido y estaré toda sudada. Fuera de la ducha me dirijo a mi closet con la intención de ver que me pondré, y no, no tengo idea. –
- Zarah, amor podrías venir a ayudarme. - grite, escucho unos pasos que paran en mi puerta.
- Dime. - dijo desde el marco de mi puerta
- ¿Qué me pongo? - Ella se dirige a mi closet saca 2 outfits enteros y los deja sobre mi cama.
- Gracias. - le digo y le doy un beso en la mejilla ella me sonríe y se marcha.
Final mente me decido por una hermosa blusa manga larga blanca que tiene el pecho y las mangas con trasparencias, un jean n***o, mis botines blancos y una chaqueta negra de cuero. Luego de verme por última vez en el espejo decido salir a encontrarme con los demás.
- Ya están listas. - pregunta casanova
- Si ya nos podemos ir. -
- Vamos en mi auto. –
Nos fuimos en mi carro y Andrés conduciendo, yo de copiloto y Zarah va de pasajera, llegamos a la fiesta y como lo esperaba el lugar estaba a reventar, entramos Andrés iba en frente a mi amiga yo detrás de ella, me tome del brazo a Zarah para no perderme entre la gente la verdad acabábamos de entrar y yo ya estaba abrumada, no sé cómo pasare aquí las próximas 6 horas. Andrés volteo un momento y se rio.
- ¿De qué te ríes? – pregunte
- Es una imagen graciosa de ver, Zarah toda bajita con cara de inocencia entrando a este lugar como si nada y tu alta con esa chaqueta de cuero con la apariencia de barrio toda asustada casi escondiéndote detrás de ese minion. – No dijimos nada y solo seguimos nuestro camino hacia el bar.
No sé en qué momento del camino Zarah y Andrés se fueron de mi lado, pero no le doy importancia, ya frente al bar decido sentarme un una de las butacas, hecho un vistazo al panorama, gente pegadita bailando, alcohol para derrochar y ni se diga de las sustancias y el sexo que se pueden oler. Me remuevo incomoda en mi lugar, giro mi vista hacia el interior del bar le pido al joven que está sirviendo una cerveza, no me termino de sentir cómoda en este lugar no es porque me intimide ni nada por el estilo es el hecho de que no me llama para nada la atención estar en un lugar a sí, he pasado por mucho en mi vida como para saber que mis prioridades han cambiado a mis cortos 22 años.
Después de tener la cerveza en mis manos, decido ir a echar un vistazo al lugar a ver qué cosa interesante me encuentro. Ya le di cinco vueltas a esta casa y no hay nada que llame mi atención, además casi termino en la alberca como dos veces gracias a los empujones de los borrachos, voy en busca de Zarah o Andrés para recriminarles que me dejaron sola, después de un rato veo a casanova al final de una habitación comiéndole la boca a una rubia que parece estar en administración, decido no interrumpir su arduo trabajo y sigo mi rumbo. Al salir me encuentro a Zarah subiendo al auto de una de sus amigas.
- Cielo a dónde vas. -
- A la inauguración del nuevo bar en el centro. -
- Ahhh pero si llegamos hace poco. -
- Llegamos hace 2 horas. - es una casa muy grande pienso.
- Si, solo pensé que te quedarías más. -
- Lo sé, pero ya llegaron por mí. - me dice con cara de disculpa.
- Dale ve no pasa nada yo ya me voy a casa. - ella solo me abraza y se sube al auto que acaba de estacionar enfrente, la veo irse y suelto un suspiro me dirijo a mi auto y le marco a casanova para avisarle que estoy bien y que me voy.
- ¿Zarah dónde estás?
- En el auto rumbo a la casa, olvide que tengo que terminar unos papeles para las practicas. -
- No mientas, pero está bien yo no sé si llegue hoy o mañana. -
- Está bien nos vemos. - digo para luego colgar el teléfono.
Después de varios minutos de viaje llego al departamento me pongo mi piyama y me dispongo a dormir.