CONFESIONES VERGONZOSAS

1520 Words
(JADEN WALKER) Mi teléfono enloqueció, comenzó a vibrar como loco, y mi hermano comenzó a reírse porque mis ojos iban de la pantalla al aparato, una y otra vez hasta que me dijo que contestara. Me negué rotundamente, estábamos en lo mejor de la carrera como para pausar o dejarme ganar, que me ganará, quise decir… ¡Y es que me distraen! Me remuevo en mi lugar con la ansiedad en cada parte de mi cuerpo, no quiero que me gane porque lo conozco, sé que va molestarme todo el viaje con este momento y no se lo voy a permitir porque es pesado. Pero la frustración me ganó porque estábamos por terminar la partida cuando volvió a vibrar mi teléfono y grité con rabia pura. —Te dije que mirarás ya los mensajes y no me hiciste caso. —¡Cállate, Jax! —¡Que no! Pierde dignamente. —Claro que no, si alguien va perder eres tú, no yo. Y otra vez el teléfono vibrando. —Te hablan. —¡Cállate, Jax! —Chicos, no discutan. —No peleamos. —Jaden no sabe perder, mamá. —Mentira, ese eres tú, Jax. —Vayan terminando que ya vamos a llegar, y vamos a cenar. —¡No! —me quejé al ver que Jax es quien llegó a la meta—. Una más, hiciste trampa. —Cállate, y contesta tus mensajes. —Jason, Jackson, basta ya. —Está bien, mamá. Observó a mi hermano con el ceño fruncido que se acerca a mí para darme una bofetada suave para pasarme el teléfono. —Primero me ayudas a guardar, Jad. —Hazlo tú, no me fastidies. —¡Mamá! —No me fastidies, eres un maldito bocón. —Lenguaje, Jason Walker. Comienzo a gritar con fuerza antes de aventar mi almohada a Jalex que toca el hombro de mi madre que se vuelve a mí de inmediato, como si ya supiera lo que hice y me cuestiono si me vio, o no, aunque seguíamos en el avión me acerco a mi madre para abrazarla y darle un beso pequeño en la mejilla. —Lo siento, mamita. —A tu hermano, a mí no. Y me nalgueo. ¡Me nalgueo! Respiro profundamente antes de acercarme a Jalex para darle un abrazo fuerte. Mi mamá me refutó porque no dije las palabras correctas y una vez se lo dije me alejé porque Jalex me empujo con el pretexto que debemos de guardar la consola de juego. Debo confesar que quien más hizo fue Jalex mientras yo guardaba las demás cosas, que no fueron más que un par de cosas. Él se quejó, pero pasó a segundo plano cuando nos pidieron que nos pongamos el cinturón de seguridad porque ya vamos a aterrizar. Antes de clavar el teléfono a mi teléfono, observé a mi alrededor para ver a mi familia, conseguí ver a Ema intentando salirse de su asiento con los brazos estirados en mi dirección para que la sostenga. Mi mamá rechazó la idea, pero continuó insistiendo hasta que no pude más y me levanté de mi asiento para sacarla del asiento, cargarla en mi regazo para abrocharnos el cinturón de seguridad. No pasó demasiado tiempo para que se durmiera, y no entiendo porque se vino hacia mi si solo quería dormir. Pero no presté atención porque volví mi atención al teléfono para revisar mis notificaciones. Todos los mensajes eran Alice, y Edward. —Me envió un mensaje Hannah. ¿Qué? Me envió un mensaje Hannah Wright, me acaba de escribir Hannah Wright. Esto es muy emocionante. —¿Por qué tienes esa cara? Comienzo a reír, algo que él hace también y le enseñó mi teléfono para que vea lo mismo que yo estoy viendo. Su risa creció, al igual que la mía, alzando la mano para que la chocará. —¿Ya sabes que responderle? —No, me tienes que ayudar. —Dile que estamos viajando a las Bahamas. —Claro que no, bueno, está bien. —Espero que estén listos, ya hemos llegado. Observo a mi madre sin entender y vuelvo mi atención al teléfono con una sonrisa pequeña. Ema se removió en mis brazos, me tocó darle mi atención, la arrulle con mi mejilla apoyada en su cabeza. Pero como mis padres iban y venían nuevamente se despertó y esta vez mi padre la sostuvo para salir del avión primero, con mi manta cubriendo a mi hermana. —Vamos, Jaden. —¿Eh? Mantengo la atención en el teléfono, borrando y escribiendo una respuesta para ella. —Hijo, hemos llegado y todos ya están abajo, esperándonos. Ay, no. Bueno sí. Me encanta lo cómodo que es, pero necesito una ducha y una bonita cama, lo necesito con mucha urgencia. En realidad, lo que necesito con urgencia es responder al mensaje de Hannah, aún no sé bien que debo responderle. Además, que todavía no salgo del cansancio, por más que dormí cómodo y por supuesto, que Hannah me haya escrito. De tan solo imaginar que en los últimos años únicamente nos hemos saludado, una que otra charla muy pequeñita y demasiado casual como para que ahora me escriba un mensaje: «Que emocionante, toma más fotos del avión. ¿Dónde están yendo?» Preciosa. En cuanto llegamos a tierra, nos esperaba una camioneta con el chófer de mi padre. Me dio ganas de preguntar si Thomas había venido también, pero sospecho que no es así. Una vez llegamos al hotel, subimos al loft que tenía más de una habitación, una cocina, sala y más cosas que es bonito porque es como una casa pequeña comparado con mi casa, claro que es pequeña. Antes que pudiera echarme en mi cama mi mamá me pidió que me bañe antes. Al estar seco y cambiado, me recosté en la cama con el teléfono para poder leer otra vez el mensaje directo que me envió Hannah. ¿Qué rayos le respondo? Me pone nervioso. —Jax, Jax —hago una pausa con la atención en la pantalla, volviendo al perfil de ella—. J, ven que estoy enloqueciendo. —¿Qué? ¡No lo puedo creer! Me senté de inmediato al ver que me estaba enviando otro mensaje directo. ¿Está jugando conmigo? ¡No me lo creo! —¿Qué pasa? —¡Me volvió a escribir! Mira, mira. —¿Qué? —Está en las Bahamas. ¿Crees que sea una señal? Me siento tan eufórico que me levante en la cama para comenzar a saltar, Jalex comenzó a reír, pero se sentó en mi cama, esperando que me detenga de una vez. Pero no quise, hasta que Ema se unió a mi celebración. —¿Qué están haciendo, chicos? Tu mamá va a estar furiosa. —Está feliz porque la chica que le gusta le hablo, papá. —¡Jalex! Aprieto los labios al ver los hombros de mi hermano encogerse. Mi papá también se sienta en la cama, sosteniendo a Ema que se abraza a él antes de bajarse y marcharse. —Pueden decirme, hijos. ¿Quién es está chica? ¿Realmente sería Buena idea? Me da vergüenza contarle esto a papá. ¿Lo podría tomar bien? Intercambio mirado con mi gemelo que asiente débilmente con la cabeza, como para que comience hablar. Pero no me sale ninguna palabra de la boca, aún me siento muy incómodo con la situación y todavía sigo sin responderle a Hannah. —Su nombre es Hannah Wright, está enamorado de ella desde jardín de niños… —No exageres —aclaró mi garganta—, no es tanto tiempo. —Ajá, como decía: no se han hablado y cuando estábamos en el avión le respondió a un mensaje por Twitter, a lo que está avergonzado por eso. —No es así, Jax. —Entonces, ¿cómo es Jaden? Sin saber que decir me vuelvo a mi madre con un gesto avergonzado. Asintiendo con mi cabeza. —Es así. —¿Y por qué no lo querías hablar? —Siente vergüenza papá. —Pero, ¿de qué? Es normal que te guste alguien. —¿De qué hablan? Diablos, ahí está mi madre. —Jaden gusta de una chica y le escribió. —¿Qué?, ¿qué te dijo?, ¿qué te respondió? —Aún no responde, mamá. —¿Por qué? —No sé qué responderle —confieso, enseñando a mis padres la pantalla del teléfono—. Está en las Bahamas. No sé si me van ayudar a responder el mensaje, y aún me siento avergonzado que mis padres sepan este secreto. Quiero cubrirme bajo las sabanas y desaparecer, pero no puedo porque Jalex no me dejaría hacerlo. ¿Por qué me cuesta tanto responderle? Estoy haciendo el ridículo. Me abrazo a mi hermana que ahora lucha por irse de mis brazos y tanto forcejeamos que sale disparada encima de Jalex. —Tengan cuidado con su hermana —asiento a la advertencia de mi madre—. Dile que también lo estás, probablemente esté cerca de la casa que alquilamos. —¡Mamá! —¿Por qué no? Dile. ¿Sería buena idea?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD