ALMUERZO CON MAMÁ Y PAPÁ

1486 Words
(JADEN WALKER) Rayos, muevo mi cuerpo para que Malika baje de mi espalda, pero al escuchar la puerta de la camioneta abrirse con Thomas que va hacia el otro lado del auto para abrir la puerta, luego se detuvo al lado de ella, como siempre lo hace. En ese preciso momento quise irme, pero ella seguía en mi espalda, forcejeo, pero ni un poco se movió. ¿Qué debe suceder para que me deje en paz? ¡Pesa demasiado! Comienzo a gritar, pero tampoco funciona. —¡Makila, bájate de Jaden! Mi cuerpo se paraliza y mi corazón se acelera al ver el auto de la madre de mis amigas justo frente nuestro, el enojo pasó a segundo plano cuando entendí que está es nuestra última pelea hasta el año que viene. Faltaban unas cuatro semanas para que esto sucediera, pero no quería separarme de ninguna. Exhalando un suspiro largo cerré los párpados para mirar a Malika que se bajó de mi espalda, me sentía tan triste que quise abrazarme a ella, pero sabía que no sirve para nada hacer esto; ella toma mi mano tirando de mi cuerpo con fuerza hacia ella. No entiendo porque lo hace, pero en mi torpeza hace que me fuese encima pero antes que suceda algo, me sostiene. Jalex y Edward no tardaron en acercarse a nosotros, como si estuviésemos haciendo un escudo, o algo parecido. Hoy va ser nuestra última vez juntos y discutimos como unos tontos. —Hola chicos, niñas, vamos. Sonrió y alzo mi mano para saludar a Sarah, mi tía de cariño. A cada uno de ellos los conocemos desde el jardín de niños, literalmente crecimos juntos, por costumbre llaman a mis padres tíos y nosotros a los suyos. Somos como familia, a pesar que Malika sea mayor que nosotros. —Ya vamos. —Un momento mamá. Alice se vuelve a mi primero, pero Edward se acerca para abrazarla con fuerza, con tanta que me da ganas de acercarme a ellos. Busco a mi gemelo para tomar su mano, en cuanto la tenga me siento más seguro, a salvo y me acercó a él para abrazarlo por los hombros, él hace lo mismo. Tan igual como lo hacíamos al ser niños, el tenerlo es suficiente para nosotros, pero mis amigos, los voy a extrañar mucho. ¿Aún podremos ir a la fiesta? —Nos mantendremos comunicados, ¿no? Observó a Edward, intercalando mirada entre mis amigos, y moví mi cabeza varias veces con una sonrisa en los labios. Jalex me miró sonriendo, yo coloque mi mano en su cara para tirarlo hacia atrás con una risita y él con un quejido me dio un empujón suave. —Tenemos que, todos los años más pasamos juntos y este año no será la excepción. —Sí, claro que sí. —Y debemos ir a la fiesta, así que se escapan. —¡Jaden! —Jackson Alexander, cállate. Ese es el nombre completo de mi hermano, lo uso cada que estoy molesto con él y mi madre, por supuesto. Ella básicamente lo usa cuando está enojada, o quiere demostrar un punto del cual él está incorrecto y en mi caso, mi nombre completo es Jason Daniel, y el nombre completo de mi hermana es Emiliana Alexandra, falta que alguien más tenga mi nombre, como Ema tiene el de mi gemelo. —La fiesta, sí. Mis ojos van directos a Alice que exhala un suspiro resignado antes de asentir la cabeza. ¿Qué fue eso? No entiendo. Jalex volvió a tomar mi mano y me mantuve en silencio. —Ya, vámonos. —Sí, Eddy. —Entonces videoconferencias por Skype. —Claro que sí, por Skype. Alice fue la primera en abrazarme con fuerza para darme unos cuantos besos en la mejilla y aunque me sentía enojado, cedí para rodear mis brazos en su cintura con fuerza. Aunque nos peleamos todo el tiempo es a la que más voy a extrañar. Edward se acercó a nosotros para abrazarnos con fuerza, segundos después se acercó Jalex para unirse. Al separarnos me acerqué a Malika, la abracé también y ella me dejó un beso en la mejilla. —¿Ya se despidieron? Ed, también vienes con nosotras que tú mamá me lo pidió. ¿Qué? Ya suficiente con que se vayan Alice y Malika para que también se vaya Edward, no se me hace justo, ahora solo quedamos Jalex y yo. Creo que voy a tener que cancelar la reservación que hice en nuestro restaurante favorito. —Está bien, tía. Observó a mi amigo y luego a mi hermano, no puedo creerlo. No solo son mis amigas, sino también mi mejor amigo. ¡Esto es horrible! Me muerdo el interior de la mejilla con la ansiedad a flor de piel porque ya todos mis planes se fueron al diablo. —Enciende tu teléfono que tu mamá te está llamando, es momento de irnos que tenemos que dejar a Edward antes de dar el encuentro a su padre. Edward me observó y sonreí por un corto segundo antes de acercarme a él para abrazarlo con fuerza. —Ya nos vemos, entonces. —Adiós, chicos. —Estén atentos en Skype. Con una sonrisa le dije que sí y al ver que subían al auto de la mamá de las hermanas Spencer, nosotros nos subimos a la camioneta para irnos de una vez a casa. Me siento triste porque no podremos ir a comer, puede que vaya solo con mi gemelo, pero no es lo mismo. Ahora, ¿cómo voy a invitar a Hannah a salir si no voy a poder ir a la fiesta? Exhalando un suspiro apoyó mi cabeza en el hombro de Jalex quien palmeó mi mejilla. —¿Qué pasa? No lo puedo creer, ¿acaso no escucho nada? De verdad, esto es increíble. Primero mis dos mejores amigos me abandonaron y ahora él me sale con estas tonterías. —Ya sé, ya sé. Lo siento. —¿De verdad lo sabes? Mis amigos se fueron y me dejaron, ahora, ¿tú también? Pues no, que eres mi gemelo. —Por supuesto que no, Jaden. —Pues no parece, Jackson Alexander. —¡No me digas así, Jason Daniel! —Entonces no hables tonterías. —Dejemos de pelear, vamos a comer y a la casa. —Quiero ir a la fiesta, no almorzar. —Iremos a la fiesta que tanto quieres. —¿Y el concierto? Los gestos de Jalex cambiaron de resignación a desesperación y una risa pequeña se escapa de mis labios, apoyando mi frente en su hombro, como deseando que no se enoje conmigo por ser tan pesado y él tan solo me golpeó un manotazo en el brazo. Las risas no tardaron en llegar por su parte, y la mía también. —También iremos, ¿ahora sí, todo bien? —No, ¿qué hago con Hannah? Quiero invitarla a salir. —Escríbele un mensaje, invítala al concierto. —¿Tú crees? —Claro, ¿por qué no? —Me da cierto temor que me diga que no, o que tenga algo mejor que hacer. —Probablemente lo tenga, pero dudo que te diga que no. —Eres muy confiado, y yo no. ¿Y si le dices tú? —Estás loco. Bufé al escuchar a mi hermano refunfuñar y apoyó la cabeza en el respaldo del asiento con la mirada fija en el techo. No mentía, él era mucho más confiado que yo, a pesar que es el más serio entre los dos. Incluso es mejor en el deporte porque a mí me cuesta más. —Sus padres los están esperando adentro. Dejo mi enredo mental cuando siento el auto detenerse justo al frente del restaurante que le pedí a Thomas que reservará una mesa para mí y mis amigos. ¿Qué hacen aquí mis padres?, ¿acaso se iban a unir al almuerzo? Y, ¿por qué nadie me dijo nada? —¿Tú sabías? —No, sé lo mismo que tú. Intercambio miradas entre Jalex y Thomas sin entender nada, mi hermano estaba igual, pero, a comparación, decide abrir la puerta, listo para salir de la camioneta. —Espera —miró a Thomas—, ¿qué hacen aquí? —Tienen algo que hablar con ustedes. —Vamos. Observó a mi hermano, tomando la mano que me estira y asiento lentamente antes de salir del auto. —Seguramente está Ema con ellos. —No es algo que me alegre mucho, hermano. —A mí tampoco, pero vamos a ver qué ocurre. —Ya, tu primero. —No seas cobarde, son nuestros padres. —Sabes que cuando nos toman por sorpresa es que algo sucedió, no lo sé. Retuve el aliento al ver que mi hermano toma el picaporte de la puerta, me mira y dice «juntos» en un suave susurro, a lo que asiento con mi cabeza para después dar el paso importante: ingresar al restaurante.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD