Colgamos y yo me quedé de pie en medio de la cocina, con la botella de yogur todavía en la mano, pensando que mi vida se estaba volviendo un triángulo amoroso digno de un reality show… con el detalle de que ninguno de los “triángulos” era realmente sano.
Fui hacia la habitación que me habían asignado en casa de Alexander para recoger mis cosas. No quería encontrarme con él en ese momento, porque no tenía ninguna excusa para explicar por qué saldría corriendo de su casa.
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Estaba de pie en la entrada, cruzada de brazos, mirando hacia la calle. El viento me daba en la cara y me despeinaba un poco, pero no me importaba. En ese momento, lo único que quería era ver aparecer el auto de Lucie para poder salir de allí antes de que Alexander apareciera y me lanzara esa mirada que perf
