+CLAIRE+ Estoy llegando al restaurante italiano al que mi amiga Lucie me invitó. Aparco mi coche justo enfrente, bajo con paso firme y me acomodo el cabello, asegurándome de que mi camisa siga perfectamente metida en el pantalón y que los tacones no traicionen mi elegancia. La puerta del restaurante es de madera oscura, con un vidrio que refleja la calle, y al empujarla me recibe un aroma intenso a salsa de tomate, albahaca y pan recién horneado. Camino entre las mesas, reconociendo el murmullo suave de conversaciones y el tintineo de copas, hasta que veo a Lucie sentada en la esquina más luminosa, junto a una ventana grande. Ella ya tiene frente a sí una copa de vino blanco y una canasta de pan. —Hola, hermosa —le digo con una sonrisa mientras me acerco. Ella levanta la vista y sus oj

