Su confesión hacía latir a mil mi corazón de la felicidad. —Jared , por favor —Musito al separarnos —. No me hagas esto , no me ilusiones. —No te estoy ilusionando —Toma mi mano y la coloca sobre su pecho —. ¿Sientes como late? , late desenfrenadamente por ti , porque te amo Leila y no miento cuando lo digo. Sus ojos me miran fijamente y puedo ver que no me miente , acaricio su mejilla y lo atraigo a mi volviéndolo a besar. Sus manos me toman por la cintura levantándome, enredo mis piernas sobre su cintura y camina conmigo sobre él hacia su habitación. Mis manos desabotonan su camisa con desespero , sus manos retiran mi blusa y sueltan mi sostén. Con delicadeza me coloca sobre la cama , retira mis vaqueros dejándome solamente en bragas , suelta su pantalón y se deshace de él r

