PIPER La sangre se me hiela al instante en el que Ian acepta el reto, si antes vivía con miedo, ahora es mucho peor, por lo menos en el pasado estaba consciente de que todo lo malo podría ocurrirme a mí, nada más, hoy es diferente, porque corre peligro alguien que de verdad me importa. Todos a nuestro alrededor cuchichean, pero yo no oigo nada más que mi propio corazón desbocado. La sensación de mareo me nubla la vista y me hace sentir que en cualquier momento mis piernas van a fallarme. No puede estar pasándome esto, no ahora, no un ataque de pánico en medio de todo este caos. —No… —musito, sacudiendo la cabeza, con el pecho oprimido por la angustia, armándome de valor para enfrentar al monstruo frente a mí. Tomo una bocanada de aire, haciendo todo mi esfuerzo por acercarme a él, no

