PIPER —Donomie Alvers —dice—. Sé que puede ser un poco confuso al principio, uso el apellido de soltera de mi madre. Me quedo en silencio, observando su perfil, Don, pensar en que él es el chico con el que a veces hablaba por teléfono, hace que me parezca casi imposible. Es decir, no es un chico de mi edad. —¿Sorprendida? Su voz me saca de mi ensimismamiento, llevamos solo cinco minutos aquí, en la habitación que Tyson me prestó, mientras él se fue por algunos refrigerios, una excusa para dejarnos a solas. —Un poco, sí —susurro. —¿Hay algo que me quieras preguntar? —se inclina hacia adelante. Está sentado en una silla a un costado de mi cama. Con los codos sobre las rodillas, cree que no me doy cuenta, pero lo hago, él no ha dejado de observarme, estudiando cada uno de mis mov

