PIPER Antes… El primer golpe lo veo venir, se siente como una escena que se ha repetido desde hace un par de años, el segundo solo lo siento, mi quijada cruje tan fuerte, que el sonido emerge hasta mi cráneo, la oscuridad me envuelve, un sabor familiar explota en mi boca, es sangre, no presto atención al dolor, él es mi amigo, es bueno, y son esta clase de situaciones las que me recuerdan lo insignificante que es mi vida. —¡Eres una puta! —brama mi padre. Entreabro los ojos, mi visión es borrosa, todo sucede de manera lenta. —Papá… —escucho la voz débil de Reagan. —¡Dije que subieras a tu habitación! —le grita y lo único en lo que me enfoco, es en esos ojos llenos de una furia tan roja, que el aire se siente denso y pesado, como si cada respiro me costara más de lo habitual—. ¡A

