La hora del almuerzo ha llegado, como ya tenían costumbre Jorge y Iván estaban sentados disfrutando de sus alimentos, Iván no dejaba de ver los labios de Jorge cada vez que llevaba la cuchara a su boca, intentaba no pensar en cosas pervertidas pero no podía evitar sentir sequedad en sus labios que constantemente los mojaba con saliva con la ayuda de su lengua. Jorge limpiándose con una servilleta lo mira fijamente, se lleva un sorbo de refresco para tragar todo el contenido de su boca. - Se te partirán... - Iván abre sus ojos en gran manera para mirarlo con curiosidad. - Que cosa?... - Pregunta. - Tus labios se partirán si sigues haciendo eso con la lengua... - Metiendo su mano a su chaqueta saca un tubo labial rosa. - Toma, póntelo cuando termines de comer... - Ofrece el labial con un

