Roses, venganza de familia

Mi asistente

Anabel

-Ella empezara a trabajar aquí desde hoy, espero que la reciban muy bien y la apoyen a conocer todo lo relacionado con la editorial- explicaba mi papá a todos los ejecutivos de la editorial- al fin y al cabo ella será la dueña de todo en poco tiempo- todos empezarona aplaudir, yo me moría de vergüenza, me coloque de pie y agradeci a todos.

Terminando la reunión mi papá seguía diciendome nombres y presentándome gente, pero yo ya estaba ansiosa por salir en busca de Susan.

-Deberias de buscar a alguien que sea tu guía dentro de la empresa y además tu asistente- me decía Alfred, el CEO de la editorial- se que tu ya tienes una asistente personal pero a quien elijas dentro de la empresa es solo para asuntos internos en la editorial

Esas palabras me dieron una gran idea, así podría pedir los expedientes de los empleados en caso de que Susan no lograra obtener información del chico misterioso. - Muchas gracias, lo consideraré seriamente, tal vez podría permitirme algunos expedientes de sus empleados para poder elegir a alguien.

-Estaría encantado de poder ayudarle en lo que necesite- contesto muy efusivo Alfres, al parecer se sentía muy orgulloso de que tomara su sugerencia 

Me despedí de mi padre y mi abuelo y me dirigí al sanitario de mujeres para esperar el reporte de Susan, por suerte no tardó mucho en llegar con un folder escondido en su bolsa. 

Cristian

Después de salir de la sala de reuniones me dirigí al elevador para correr al piso de informática y contarle a Jorge que la había vuelto a ver, él no podía creer la suerte que tenía.

-Deberías de haberla saludado, preguntar porque estaba aquí y a lo mejor pedirle su número.

-Como crees, me hubiera visto muy desesperado, mejor así, mantenerme lejano y misterioso, eso causara dudas en ella y me buscara -dentro de mí no estaba seguro de ello, pero debía de confiar. 

-Bueno como tú quieras pero deberías de averiguar qué hace ella aquí, comúnmente solo vienen su padre y su abuelo a las reuniones mensuales.

Jorge tenía razón, había algo raro en su presencia en la junta del día de hoy, la mejor forma de saberlo sería con la secretaría de Alfred, para mi suerte ella tenía que estar presente en la reunión para tomar notas así que podría ingresar en su computadora a investigar, claro con la ayuda de Jorge. 

Después de que Jorge dijera que requería revisar el antivirus de la computadora  tuve acceso a ella, al parecer sería más recurrente las visitas de Anabel a la editorial, ya que tenía varias reuniones programadas con Alfred durante los siguientes 3 meses, eso sí era un gran golpe de suerte, ahora solo tenía que ver la forma de acercarme a ella durante sus visitas.