Roses, venganza de familia

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Narrador

Después de una semana de descanso, Ana, Cristian, Susan y Jorge volvieron a la ciudad, no sin antes despedirse de la señora Mary y su marido, también Salvador Roses viajó a la ciudad para dar su voto en la compañía, el padre de Ana no volvió el sábado, retraso su vuelo hasta el lunes por la mañana lo cual puso más nerviosa a Anabel porque ese mismo día saldría el boletín.

En el departamento de Ana estaban descargando las maletas y las llevan hacia arriba por el elevador, Ana se puso a deshacer maletas mientras Cristian preparaba algo ligero de cenar, discutieron sobre cómo sería la conversación con el padre de Ana, no sabían cómo llevarla a cabo, así que decidieron invitarlo a él junto con él señor Salvador a comer al departamento para que fuera un lugar más privado.

En la casa Esparza estaban revisando fechas para la gran boda, mientras Sofía se estresa cada vez más por los papeles de la demanda, llegaría el momento en que su papá se enteraría y sabía que Carlos perdería su lugar en la familia después de eso, Francisco cada día se sentía más de la familia, pasaba mucho tiempo en esa casa porque aún no sabía nada de su proyecto, por las noches dormía en la habitación de Sofía, él empezaba a sentir algo por ella aunque no podía olvidar a Anabel.

En su departamento que casi no usaba Salvador abrió su caja fuerte donde no había nada de efectivo, ni cheques, mucho menos joyas, lo que en ella había era mucho más importan para el que cualquier otra cosa, había cartas que le había escrito Carlota Ferrer, fotografías de ambos cuando eran jóvenes, también de la época en que se reencontraron, una caja que aún conserva a pétalos de las flores que le dio, envolturas de dulces que comieron juntos y entre tantos recuerdos había una pequeña caja de madera, dentro de ella venía la única cosa que nunca le pudo dar, la primera vez por su familia y la segunda vez porque la perdió para siempre, Salvador abrió la caja y dentro de ella se encontraba una sortija con un pequeño diamante en ella, un anillo de compromiso que nunca pudo entregar y que no le dio a su difunta esposa porque ese anillo siempre estuvo pensado para su gran amor.

Anabel

Llegó el día que más me temía, hable con mi abogada muy temprano y le pedí que viniera a verme por la noche después de que le contará a mi familia sobre la demanda, estaba muy ansiosa cuando desperté y Cristian para calmarme me preparo un baño de burbujas y me preparo un desayuno muy ligero y un té mientras yo me vestía, decidí usar un traje rosa pastel con una blusa blanca de tirantes anchos con escote en v y unos tacones abiertos blancos, me peine con una coleta alta y me maquille muy natural, baje a desayunar y lo primero que me tomé fue el té.

-Todo saldrá bien amor, yo estoy a tu lado, además yo tomaré toda la responsabilidad por haberte dejado sola.

-Pero no fue tu culpa amor, al contrario tu me salvaste. - Tomé su mano y él depositó un beso en la mía.

Salimos del departamento hacia la compañía, yo estaba muy nerviosa y Cristian para calmarme puso mi música favorita, eso me ayudó ya que comencé a cantar y así me relaje un poco, llegamos al estacionamiento de la compañía y en cuanto puse un pie en la recepción todos me saludaron y me ofrecieron de beber 6 comer, agradecí y continuamos caminando hacia los elevadores, nos veríamos con los socios en la sala de reuniones que más bien parecía un foro. Llegamos y ya había varios socios, tomé mi lugar después de saludar a algunos, Cristian se sentó en una silla detrás de mí pegado a la pared junto con los demás asistentes. Quince minutos después empezó la reunión, por la puerta apareció un sujeto el cual nos explicó su propuesta de marketing en Inglaterra, él era la mejor opción para mi, pero aún faltaba Francisco de explicar su propuesta, del otro lado de la mesa vi al señor Esparza y a su lado una silla vacía la cual ocuparía su hijo, de solo acordarme de él se me revolvió el estómago, volví a prestar atención cuando entró a la sala Francisco a comentar su proyecto, tampoco sonaba mal pero había algunas cosas que no nos benefician tanto, terminó su presentación y salió de la sala, después tomó la palabra mi papá.

-Buenos socios, esas son las dos propuestas de marketing, ya los escucharon ahora tenemos que votar por quien creemos que será nuestra mejor opción. - nos dieron unas papeletas con los dos nombres de las compañías y el nombre de quien presentó el proyecto, yo estaba segura que a pesar de tener un buen proyecto Francisco no era a quien quería elegir pero luego pensé en Sofía y en qué si él se quedaba con el proyecto estaría más tiempo con ella y así nos dejaría en paz, desde que él apareció ella no nos ha molestado, voltee a ver a Cristian y él solo me sonrió, entonces eso lo decidió todo, voté por Francisco.

Después de hacer el conteo de los votos, los cuales tuvieron que hacerlo dos veces para estar seguros, mi papá se paró frente a todos para dar el resultado.

-Bueno ya está decidido, por la diferencia de dos votos nos quedaremos con la primera presentación, ahora iré a dar la noticia y en las próximas semanas se comenzará a firmar el contrato y a trabajar con la empresa. - todos agradecieron y empezaron a desocupar la sala mientras mi papá daba la noticia a los presentadores, éste resultado me causaba sentimientos contradictorios por una parte estaba feliz con la compañía que eligieron porque el negocio crecería mucho pero por otra parte eso significaba que Francisco se iría y seguramente Sofía me culpara por eso por lo que volvería a tratar de destrozar mi vida. Espere a que mi abuelo y mi papá se desocuparan y me acerque a ellos.

-Quiero invitarlos a comer hoy en mi departamento.

-¿Cuál es la ocasión hija, es que no se si pueda?- Contestó mi papá

-Quisiera hablar con ustedes pero necesita ser en privado, ¿podrías hacer un espacio en tu agranda?

-Joseph, vayamos con la niña, hace mucho no estamos todos juntos. - trato de convencerlo mi abuelo, después de un rato mi papá aceptó, así que quedamos que llegarían como a las cuatro de la tarde, decidí no ir a la oficina para preparar todo para la comida, Cristian se encargaría de preparar todo así que fuimos a comprar lo que necesitamos, volvimos al departamento y se puso de inmediato a preparar todo, yo trate de escombrar lo más que pude y después me asegure que no hubiera nada que hiciera a mi papá sospechar de mi relación con Cristian. Dio la hora h sonó el timbre, fui a abrir la puerta y ahí estaban, mi familia, los hice pasar 6 les serví un poco de vino, Cristian sirvió la mesa y nos sentamos a comer, después de casi terminar de comer mi papá se veía que tenía prisa así que decidí contarles.

-Los hice venir para contarles algo, porque quería que lo supieran por mi antes.

-¿Qué sucede mi niña? - me preguntó mi abuelo mientras volteaba a ver a Cristian

-El día del desfile sucedió algo que no se como describir, pero eso trajo consigo muchas cosas entre ellas, lo que se dará a conocer hoy por la noche.

-Hija deja de darle vueltas al asunto y ya dinos.

-Lo que pasa es que puse una demanda en contra de Carlos Esparza.

-Que contra nuestro socio, estás loca.

-No contra el señor sino el hijo, es una demanda por acoso e intento de abuso. - en cuanto dije eso mi padre se quedó en shock se quedó en silencio por un momento y después aventó la copa que tenía en la mano al suelo.

-Como se atreve ese maldito a intentar tocarte, lo mataré, no sabe con quién se metió, lo hundiré en la cárcel. - mi papá estaba furioso.

-¿Pero tú estás bien mi niña, no te hizo nada?- preguntó mi abuelo más tranquilo.

-Yo estoy bien gracias a Cristian.

-Tu debiste de haberla cuidado, en dónde demonios estabas en ese momento - mi padre tomó de la camisa a Cristian, Cristian se controló y solo bajó la cabeza.

-Lo sé señor, usted me encargó su seguridad y yo fallé. Aceptaré las consecuencias. - Me levanté de mi asiento e hice que mi padre soltara a Cristian.

-No es su culpa, estábamos en el salón solo recogí mi mochila en el camerino, Carlos apareció ebrio y me encerró, si no fuera por Cristian no sé qué hubiera hecho Carlos conmigo, gracias a Cristian no pasó nada todo quedo solo como un intento. - mi padre se tranquilizó y volvió a sentarse.

-En ese caso perdón Cristian por agarrarte así, pero no puedo creer que le pasara eso a mi niña, yo debí haber supuesto que esto pasaría, creo que era un buen muchacho y lo deje entrar mucho a nuestras vidas, a nuestra casa, yo soy quien tiene la culpa.

-Basta papá tampoco es tu culpa, es él quien lo hizo mal, su obsesión y el nivel de alcohol en su cuerpo son los responsables, ya levante una demanda y hoy saldrá un boletín de aprehensión para él a nivel internacional ya que desapareció por completo, nadie sabe nada de él, la abogada supone que desde el día del incidente Carlos salió del país.

-Y su padre tuvo el descaro de parar hoy en la junta de socios, como se atreve. - mi padre volvió a endurecer pero mi abuelo lo calmó .

-Yo creo que más bien él no sabe nada sobre esto, porque sabes que Carlos Esparza es un hombre de palabra y que respeta mucho la justicia, si él supiera supongo que sería el primero en decir dónde está su hijo. - comentó mi abuelo a lo que mi padre asintió. - Bueno mi niña ¿ahora que sigue?

-Ya no tarda en llegar la abogada para explicarnos lo que va a pasar después de que salga el boletín y como debemos de actuar. - y cómo lo dije media hora más tarde ya estábamos sentados en la sala con la abogada mientras nos explicaba los siguientes pasos y que implicaba en boletín, do de saldría y hasta qué países se vería, cuando terminó de contarnos todo la acompañe a la puerta, después despedí a mi abuelo y a mi papá el cual me aseguró que me ayudaría a encontrar al maldito costará lo que costará, se fueron y quedé sola con Cristian.

-Por un momento creí que tu padre me golpearía y estaba más que dispuesto a aceptar el golpe. - comentó Cristian mientras limpiabamos todo.

-Yo no lo hubiera permitido, no es tu culpa ni mía ni de mi papá, Carlos actuó mal, está dañado y debe de recibir ayuda y un castigo por sus actos, me siento mal por su papá, él es un buen hombre y esto lo destruirá.

-Lo sé pero no hay nada que nosotros podamos hacer al respecto.

-Eso es cierto, yo creo que Sofía sabe más de lo que dice, espero que con su papá sea honesta.