Roses, venganza de familia

Palabras atrevidas

Anabel

Estoy acomodando toda la ropa que compre, creo que esta vez me excedí con las compras pero en mi defensa Cristian tiene la culpa de todo.

Flashback

-¿Cuál vestido te gusta más?- levanté mi mano y en él había cuatro diferentes vestidos, Cristian se acercó y revisó cada uno de los vestidos luego volteo a verme y nuevamente a los vestidos.

-Todos se te verían increíbles amor, cada uno puede quedar para una diferente cita. - me sonroje ante esa afirmación y termine llevándolos todos a la caja para pagarlos.

Fin del flashback

Lo peor es que no entré solo a una sino como a diez tienda y en todas fue la misma situación, por lo que termine comprando todo pero cuando le mostré algo para él se negó rotundamente a qué se lo comprará, diciendo que apreciaba el gesto pero no necesitaba más ropa, que con solo verme feliz era suficiente para él. A veces quiero demostrarle mi amor de la única forma que conozco o la única que siempre utilice con mis antiguos novios, el dinero, pero Cristian siempre me demuestra que eso no es lo más importante y que no tienen interés alguno en mi dinero sino en pasar la mayor cantidad de tiempo conmigo y pasar momentos de calidad juntos. Terminé de guardar todo y aún me quedaba una bolsa pero esa no era mía, en un pequeño momento que Cristian fue al baño volví a la tienda donde había visto el atuendo que me gustó para Cristian, terminé comprando dos playeras tipo polo y unas bermudas que quería que usara durante nuestro tiempo de vacaciones. Fui a su cuarto para ver si estaba pero cuando toque no me contestó así que entré y escuché la regadera, supongo que se estará dando un baño, así que decidí dejárselo en su cama y con una libreta que encontré en la cómoda le dejé una pequeña nota pegada en la bolsa, salí sin hacer ruido y volví a mi cuarto.

Cristian

Hoy fui un día largo cosa que no pensé que pasará pero ya estando en el centro comercial fue inevitable tardar, cada atuendo que Ana me mostraba me encantaba como le quedaba y la imaginaba sentada en el parque con esa ropa en una cita, simplemente no podía decidirme por algo y por lo que vi tampoco ella porque todo lo compraba, incluso en una tienda intento comprarme algo y se que sus intenciones son buenas pero no quiero que piense que estoy con ella por su dinero, yo no soy así. Después de que llegamos a casa le ayude a subir todas las cosas que compró a su habitación y luego me fui a la mía, decidí tomar un baño un poco largo la verdad, salí con solo una toalla envolviendo mi cintura y empecé a revisar qué ponerme cuando note una bolsa sobre mi cama, me acerque y en ella había una nota.

"Cris: se que no querías que te comprará nada pero quería hacerte un pequeño regalo por todo lo que tú me has dado. Te amo Anabel."

Deje la nota a un lado y saqué lo que había adentro de la bolsa, eran dos playeras y unas bermudas que Ana me había mostrado en una tienda, la verdad si me habían gustado pero trate de fingir que no al parecer no la engañe para nada, guarde la ropa en mi clóset y me vestí con un pants gris lo más rápido que pude para ir a agradecerle a Ana, fui casi corriendo a su cuarto y toque su puerta.

-Pasa- me contestó Ana desde adentro, abrí la puerta y la vi acostada en su cama, corrí hacia ella y me aventé hacia la cama para poder alcanzarla y así abrazarla.

-Muchas gracias por el obsequio, no tenías que hacerlo pero me encanto.- cuando la solté un poco ella estaba completamente colorada- ¿estás bien?

-Ehhhh siiii- su voz le temblaba un poco- que bueno que te gustó- me enderece un poco para sentarme frente a ella.

-Los llevaré para nuestras pequeñas vacaciones.- le mostré una gran sonrisa y ella me besó, eso me tomó por sorpresa pero le correspondí, la jale por la cintura para tenerla más cerca y ella puso sus manos sobre mi pecho, la sensación de sus manos sobre mi piel al descubierto causó una pequeña descarga eléctrica por todo mi cuerpo, se separó de mí y volteo a ver mi torso.

-Creo que olvidaste la playera- me dijo con una risa algo tímida.

-Quería venir a agradecerte tan rápido que parece que si lo olvide, si quieres voy a ponerme una- me empecé a levantar de la cama para ir a vestirme pero ella me tomó del brazo para detenerme.

-No, así está bien no es necesario que te pongas si no quieres y solo estamos nosotros en casa.- me dijo tímidamente sin levantar la cabeza, supongo que realmente estaba muy roja en este momento, volví a sentar donde estaba y puse mi mano en su mentón para hacer que levantara la cara y me viera, tenía toda la cara muy roja casi como un tomate, acerque mi rostro al suyo casi rozando sus labios con los míos.

-No sabes todo lo que me provocas cada vez que te veo así de tímida, me entran unas ganas enormes de devorar tu boca- acerque mi boca a su oído y mordí levemente su lóbulo jalando solo un poco- solo espero el momento correcto.

Me separé de ella y seguía en shock su cara estaba tan roja y podía escuchar su corazón acelerado y como le costaba respirar con normalidad, sonreí por su reacción y me acomode en la cama mientras tomaba el control para prender la televisión. Después de casi cinco minutos ella seguía estática en su lugar.

-¿No quieres ver una película? Le pregunté mientras le cambiaba a la televisión, ella solo asintió y se sentó a mi lado aún algo tensa, puse una película de comedia y rodee a Ana con mi brazo por los hombros, ella empezó a relajarse y se recargo en mi.

Desperté abrazado a Ana, la televisión aún seguía encendida así que traté de alcanzar el control que estaba a mitad de la cama y la apagué en cuanto lo conseguí. Creo que me moví mucho porque Ana comenzaba a moverse para despertar, cerré mis ojos y fingí seguir dormido.

-Eres tan sexy no sé cómo no me he aventado a tus brazos en tantas ocasiones.- decía Ana mientras pasaba su mano por mi mejilla y acomodaba un mechón de mi cabello- sigo sin creer que seas solamente mío.

-Siempre seré solo tuyo- ella saltó un poco cuando le contesté y alejo su mano de mi cabeza pero la detuve y le di un beso en ella.- Buenos días amor.

-Buenos días, creí que seguías dormido- de nuevo estaba apenada, se veía tan tierna.

-Y perderme esas palabras tan atrevidas- le dije con una sonrisa coqueta.

-Callate, no debías de haber escuchado eso.

-Pero me alegra haberlo hecho, yo también intento resistirme ante ti.- le di un beso en la mejilla y después otro en los labios, me acerque más a ella para profundizar más nuestro beso, nuestras respiraciones se aceleraban, baje mi mano de su cintura a su trasero y la jale aún más cerca, ella subió su pierna cuando la jale y me rodeo con ella. Sus manos recorrían mi torso desnudo y mi espalda, empecé a sentir como mi m*****o empezaba a despertar, así que trate de detenerme y me separé un poco de ella lo cual no le agrado.- sigamos esperando el momento amor, ahora tenemos que prepararnos para el trabajo- le di otro pequeño beso en los labios y me levanté de la cama, ella cruzó sus brazos e hizo un puchero molesta el cual solo me hizo reírme un poco.

-Esto no se quedará así- me advirtió antes de levantarse de la cama y meterse en el baño cerrando la puerta con seguro