Roses, venganza de familia

Modelo principal

Anabel

Ayer fue un día muy agotador, todo el día en la sesión de fotos y después tuvimos que ir a la oficina a seguir viendo lo del desfile, cuando llegamos a la casa lo único que quería hacer era dormir pero todavía tuvimos que bajar todos los diseños de Peper y guardarlos en una de las habitaciones de huéspedes los revisamos que estuvieran en perfecto estado y ya después de todo eso por fin pude ir a dormir en cuanto mi cabeza tocó la almohada caí rendida, hoy no me quiero levantar pero tengo que hacerlo porque aún falta mucho que hacer para el desfile, me dirigí al baño, bueno casi me arrastré hasta el y me di un baño bastante largo realmente tratando de despertar mejor, salí de bañarme y me puse a buscar mi ropa me tomé mi tiempo porque aún es temprano, después de un rato buscando decidí ponerme un pantalón sastre gris, una blusa negra de tirantes muy delgados y unas zapatillas abiertas negras, me deje el cabello suelto solo lo arregle un poco y me termine de maquillar, tome mi bolso blanco con cadena dorada y salí de mi habitación, iba bajando las escaleras cuando me llegó el aroma de café recién hecho, llegue a la cocina y Cristian estaba sirviendo dos tazas de café.

-Buenos días amor, ¿Cómo dormiste? - me dio mi taza de café acompañada de un dulce beso.

-Buenos días, aún sigo algo cansada pero en general dormí bien.

-Deberíamos de quedarnos en casa a descansar

-Esa idea suena tentadora pero debemos de ir a trabajar aún tenemos muchas cosas que hacer. - me hizo un pequeño puchero algo que hasta ahora no lo había visto hacer, comúnmente soy yo la que hace ese tipo de gestos.

-Esta bien, pero entonces deberías de darme un poco de energía- no entendí a qué se refería hasta que me jalo hacia él, casi tiro lo que sobraba de café en mi taza, me rodeo la cintura con su brazo y con su otra mano tomo mi cabello y me besó, un beso tan profundo e intenso, en un momento mordió mi labio inferior y como reacción abrí un poco mi boca lo cual aprovechó para introducir su lengua,el beso empezaba a subir de nivel con mi mano libre tome su cabello a la altura de su nuca y lo empuje más hacia mí, mi corazón estaba completamente acelerado y me empezaba a costar respirar, supongo que él lo noto porque se separó de mí lo cual yo no quería pero necesitaba- Esa si fue una buena dosis de energía, ahora debemos de ir a la oficina.

Tomó la taza de mi mano y la dejé en lavaplatos junto a la suya, tomó su saco y caminó hacia la puerta yo seguía parada estática en la cocina hasta que sentí como me tomaron de la mano y me jalaron hacia la salida. Nos subimos a la camioneta y yo seguía sin emitir una sola palabra, seguía pensando en esa escena en la cocina.

-¿Te pasa algo?- me preguntó Cristian a medio camino hacia la oficina

-¿Cómo es posible que puedas besarme de esa forma y al siguiente segundo estar como si nada? Yo aún no puedo terminar de normalizar mi corazón.- él solo comenzó a reír.- no te burles de mí.

-No me estoy riendo de ti, no es que no me afecte pero se que si no actúo de esa forma tal vez nunca salgamos de esa casa y como dijiste tenemos que trabajar, si por mí fuera te hubiera subido a esa barra para arrancarte esa blusa tan sexy que traes puesta.- sentí como mi rostro se puso colorado en un segundo, trate de no verlo a los ojos porque estaba que me moría de pena, el resto del camino transcurrió en silencio.

Llegamos a la oficina, Cristian se bajó de la camioneta primero y me abrió la puerta para que yo bajara, trate de no cruzar miradas con él y de reojo solo vi como sonreía ante mi acto, subí.os en el elevador hasta nuestro piso y en cuanto se abrieron las puertas del elevador ya estaba Alfred esperándome.

-Anabel qué bueno que llegas, acabo de ir al departamento de edición y las fotografías quedaron increíbles pero tengo una duda.

-Buenos días Alfred, ¿Cuál es tu duda?

-¿No falta un diseño para fotografiar?

-Si pero esa es una sorpresa que tenemos, es como el diseño secreto y no queremos que nadie lo vea antes del desfile.- Alfred se quedó callado por un momento.

-¡Qué estupenda idea! Me agrada como piensas, entonces lo veré en el desfile, muy buen trabajo- se dio la vuelta y se fue hacia su oficina, seguí caminando hacia mi oficina con Cristian detrás de mi, entre a mi oficina y el se sentó en su escritorio afuera.

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Trate de olvidarme del tema por ahora y concentrarme en mi trabajo, decidí no salir a almorzar y le dije a Cristian que él podía ir si quería, lo vi levantarse de su escritorio e ir hacia el elevador, seguí trabajando hasta que alguien tocó mi puerta, cuando se abrió la puerta se asomo Cristian por la pequeña apertura.

-Traje comida ¿Puedo pasar?

-Si claro pasa- quite mis papeles del escritorio y él se sentó en la silla de enfrente colocando las bolsas con comida encima.

-Pensé que como no querías salir debería de traer algo para que no tengas el estómago vacío.

-Gracias, pensé que no me daría hambre pero creo que si tengo- sentí como rugía mi estómago por el hambre.

-Has estado algo sería después de lo que te dije en la camioneta, si te molesta dime y no lo volveré a hacer.-Cristian se veía apenado y estaba jugando con sus manos, así que tomé una de sus manos y el volteo a verme directo a los ojos.

-No me molesta, al contrario causas muchas cosas en mi al punto de que me da mucha pena que me veas tan…- no sabía si decirlo pero supongo que si el es honesto conmigo yo también tengo que serlo.

-¿Tan que?- Cristian tenía una luz en sus ojos que no había notado antes.

-Tan excitada al grado de querer saltar encima de ti a medio camino a la oficina por eso evitó mirarte no quiero que pienses mal de mi.

-Yo nunca pensaría mal de ti, yo te amo y estoy completamente de acuerdo en que saltes encima de mí cuando tú quieras- eso último lo dijo con un tono más coqueto, ese era el Cristian de siempre al parecer ya había vuelto yo solo me reí y me puse a comer lo que me había traído él me imitó. Terminamos de almorzar y Cristian se llevó toda la basura, después regresó para ver algunos proveedores del desfile.

-¿Ya pensaste en la idea de que desfiles con el diseño sorpresa? - me cuestionó Cristian

-Aún no estoy segura de que debería de hacer, me encantaría volver a las pasarelas pero debo de estar detrás de todo para asegurarme que salga bien.

-No te preocupes por eso, Susan y yo estaremos al pendiente de todo, tú deberías de desfilar.- tenerlos a ellos de apoyo si me reconforta.

-Esta bien, yo seré la modelo principal en el desfile pero necesito de toda su ayuda.

-Si no te preocupes, nosotros nos haremos cargo de todo ese día, te verás increíble.- Cristian se veía mucho más emocionado que yo y eso me ponía muy feliz.- Le deberíamos de avisar a Peper que tú llevarás el diseño, también a Estefan para que piense en un look para ti.

-Yo les llamo, mientras tú sigue viendo los detalles del desfile.- me puse a llamarle a Peper pero no me contestó asi que lo volví a intentar hasta que me contestó.

LAMADA TELEFÓNICA

-Hola Ana, ¿Sucede algo?

-Nada malo, solo llamo para saber cómo vas con el diseño principal.

-Ya está listo, ayer terminé los últimos detalles solo faltaría buscar una modelo para el desfile- Peper sonaba muy tranquilo.

-Por eso también te llamo, he decido ser la modelo principal del desfile.

-¡AHHHH! ¡INCREÍBLE!

-Calma Peper no es como si no lo hubiera sido antes.- solo comence a reírme ante su respuesta

-Pensé que no volverías a modelar nunca y que me tendría que encontrar a alguien no tan buena como tú pero la gran Anabel Roses volverá a la pasarela solo por mi desfile, es algo bastante grande.

-De hecho fue idea de Cristian, el me convenció de hacerlo.

-Pues dale mucho amor porque haz tomado una gran desición este desfile será increíble.-Peper seguía muy emocionado por la noticia.

-Bueno te dejo porque tengo que llamar a Estefan para el maquillaje y peinado.

-Nos vemos mi cielo, mañana te llevo el vestido para que lo veas. Chao.

FIN DE LA LLAMADA

-Ya le conté a Peper y se emocionó bastante.

-Ves te dije que era una gran idea, ahora solo falta llamar a Estefan, yo también ya mandé unos correos a los de las luces y al catering.

-Perfecto, vamos a buen ritmo, somos un gran equipo.- Cristian me sonrió y sus ojos brillaban de nuevo.

-Si lo somos y siempre lo seremos amor.- me envió un beso discreto y seguimos trabajando.