El año nuevo está cerca y mis días junto a Hunter y Clarissa están próximos a culminar. Todavía no hemos dicho qué vamos a hacer una vez que las dos semanas pasen y me toque regresar a Nueva York y a él continuar con sus días ocupados por el trabajo, viajando por todo el mundo, pero tampoco es como que yo quiero tocar el tema con mucha prisa. Como él mismo me ha hecho prometer, he preferido disfrutar de nuestro tiempo juntos y no pensar en aquellas cosas que me pueden abatir... aún. Mientras me visto para salir de la habitación e ir a desayunar, mi teléfono suena. Me acerco a la mesita de noche, donde se encuentra cargando y lo desconecto para agarrarlo y ver quién llama. Es Gillian. Sonriendo, respondo la llamada y me pego el teléfono al oído. —¿Hola? —Si no te llamamos nosotras, ni te

