Cuando salgo de la habitación, ya lista, me preguntó si él vestido ha sido una buena elección y no me voy a arrepentir de ello. Tanto Hunter, como Clarissa (cada uno por su lado, obviamente), dieron su aprobación y dijeron que estaba bien y que me iba a ver hermosa.
Y así es.
Me siento hermosa, como una princesa, pero una princesa desubicada y fuera de lugar entre toda esta gente que no me agrada en lo más mínimo.
Siento la imperiosa necesidad de ir a quitármelo y ponerme otra cosa, y estoy dispuesta a hacerlo, cuando Clarissa aparece frente a mí.
—Ree, estás hermosa —manifiesta.
La miro y sonrío.
—Gracias. Tú también estás muy hermosa, Clarissa.
Y no es mentira. Su vestido azul brillante sin tirantes con diseños asimétricos y escote corazón, le queda increíblemente hermoso.
—Graci
