Elena abrió los ojos y lo primero que hizo fue revisar su móvil, pero no había ni una sola llamada de André, ni un solo mensaje. Esta vez la preocupación mordió su corazón como si fuera una bestia de grandes y terribles dientes filosos, sintió que algo no iba bien con él. Y las preguntas llegaron a su cabeza haciéndole sentir abandonada. Le levantó de la cama y dirigió al baño, quizá una ducha limpiara cada cosa negativa que a su cabeza llegaba, necesitaba liberarse de esa sensación que le carcomía el alma, sin embargo con el paso de los minutos las cosas fueron empeorando. Una vez vestida buscó la nota que Jeda le había entregado el día anterior para marcar a la empresa de André, estaba decidida a presentarse a la oficina si él no atendía su llamada. Las manos de Elena temblaban mient

