Miguel. —¡Que hermosoooo!. —la miro sonriendo porque la cara de alegría que tiene al ver el carrusel todo luminoso—. Me hace acordar mucho a la navidad. —¿Te gusta la navidad?. —Si, me encanta. —nos acercamos a los árboles todos decorados, no hay nadie porque hace mucho frio—. ¿Ustedes festejan?. —Si, mi mamá decora todo y hace unos platos tremendos. —Que lindo, nosotros no salimos de la comida fría y asado. —no deja de ver las luces y yo a ella—. Me hace acordar mucho a esos momentos de luz. —Espera Yohana. —me paro delante de ella ajustándole el tapadito que tiene y la bufanda—. Necesitas un gorrito y guantes. —le corro el pelo acariciando su piel suave y fría—. Eres tan hermosa Yohana, no puedo dejarte ir. —¿Cómo puedes dejarme ir?. —Quiero que seas mía, de nadie mas que mía...

