Capítulo 14

1115 Words
Cuántas almas se necesitan para vivir, contemos juntos para poder ir a la siguiente vida por vivir. La eterna debe morir para luego poder revivir. Recuerda su edad de muerte si algún día deseas darle muerte. Me desperté como si hubiera estado en un largo sueño, con los músculos dormidos y lentos. La luz me molestaba los ojos, era el sol entrando a través de la ventana de nuevo y eso me molestaba, había sido traída a mi habitación de nuevo y no recordaba nada al respecto. Así que me levanté de golpe y miré a mi alrededor, con la sensación de que había algo por recordar; pero no estaba segura de qué se trataba. De repente sentí un ardor en el brazo y cuando lo vi, noté palabras extrañas allí que brillaban como si fueran fuego vivo. Me sorprendí al poder leerlo, aunque nunca hubiera leído tal alfabeto en mi vida. Se trataba de un encantamiento extraño sobre almas selladas y sin viaje al paraíso, sobre vidas robadas y comprometidas por eternidad para pagar por un deseo prohibido, se hablaba de la luna y la oscuridad, de la muerte y la posteridad. Dejé de lado aquello y busqué a Bastian con la mirada en la habitación; sin embargo no pude encontrarlo, el lugar estaba bastante silencioso. Así que me levanté y fui a la ventana, tuve el impulso de abrirla para poder sentir el aire de afuera. Cuando lo hice me llevé una gran sorpresa, porque Bastian estaba allí dormido, definitivamente los gatos tenían muy buen equilibrio. Con temor a que fuera visto por alguien más, lo tomé con delicadeza y lo escondí en mi bolso de nuevo.  Entonces, tuve la extraña sensación de que no estaría bien en mi bolso, así que me acomodé el vestido e hice aparecer mi grimorio frente a mí. Tuve que buscar un hechizo especial para ocultar seres vivos, y encontré un encantamiento especial, decía que era creado especialmente para el dueño del libro, por tanto otros no podrían sentir el hechizo. Esa era una característica especial del libro, siempre tenía una especia de pie de nota al final, en dónde indicaba si se trataba de una creación original o ya existente. Sin saber qué hora era, o cuánto tiempo me quedaba sola, me apresuré a leer las palabras en voz alta. Voy a ocultar algo especial para que nadie lo pueda tomar aunque en frente pueda estar nadie más lo podrá mirar. Un bolsillo que nadie ve en este vestido de encanto que escucha mi dulce canto esconderé mil secretos… Invisibilis... Sentí algo diferente en mi bolsillo, así que pasé mi mano, y sorprendida encontré un gran bolsillo sin fondo. Entonces tomé a Bastian de nuevo y lo escondí allí, junto a una manta para que no tuviera frío. Dalila llegó poco después con otra bebida extraña que no pude evitar tomar, mientras la miraba esperando que no sintiera nada extraño como la presencia del gato; pero, ni siquiera yo sentía a Bastian, y eso me estaba poniendo un poco nerviosa. —Desde hoy inicia el día de los muertos, cuando las almas pululan en el aire, algunas toman forma y obtienen cierto poder, así que ten cuidado con quien hablas —explicó Daliala. —¿Almas? —Sí, al final los muertos no son más que almas sin cuerpo, solamente las más fuertes pueden tomar la forma que tenían antes de morir, otras roban cuerpos —explicó de nuevo, entendí que con lo último se refería a la posesión de cuerpos, había escuchado cosas al respecto sobre almas iracundas que buscaban personas con sentimientos similares. —¿Estaremos bien? —No te preocupes, para cuando llegue la noche estaremos lejos de todos, la cueva de la luna está lo suficientemente aislada como para no tener que preocuparnos al respecto —intentó tranquilizarme; pero, al pensar en aquella cueva y lo que podría acontecer allí me asusté aún más —. ¿Y dónde está tu gato? No lo he visto en todo el día —preguntó de repente, cambiando el tema de conversación. —No lo sé, justo lo estaba buscando —respondí, y ella pareció creerme. —A lo mejor encontró un nuevo hogar, eso sería bastante positivo, considerando que ya no podrás cuidarlo —comentó, y mi nivel de ansiedad subió un poco más. —No quiero morir —le dije, y ella se detuvo a mirarme. —No vas a sentir nada —prometió. —¿No puedes salvarme? —le pregunté con cierta esperanza. —No es tan fácil —respondió —, estamos atadas, obligadas a obedecer, a veces tienes que vivir con decisiones que te cambian la vida, y ya no hay marcha atrás. —¿Qué decisiones? —Decisiones como: si ser el cazador o la presa… No dijo nada más luego de ello, e hicimos lo mismo del día anterior, solamente que sin la presencia del gato. Tampoco vi a la mujer que había visto el día anterior, y me pregunté si Bastian había logrado hablar con ella. Me asuste cuando el gato no pareció despertar, no dejaba de tocar aquel bolsillo en busca de sentir algún movimiento. Tuve la sensación de que algo andaba mal, y no tenía cómo saberlo porque estaba siendo observada sin importar a donde fuera. Al final, la noche cayó y fui llevada a la cueva de nuevo, aquella vez mis sentidos estaban más despiertos y pude ver todo el camino, sorprendida porque las paredes estaban llenas de cuarzo. —Ha llegado el gran momento —dijo Dalila. —¿Qué van a tomar de mi? —pregunté, aceptando que la muerte estaba cerca. Ella no dijo nada, simplemente revisó mi vestuario. —La luna se alzara pronto sobre el cielo —comentó. —Sí, me dijeron que será luna llena —dijo una voz bastante familiar, y ambas nos volvimos a ver de quien se trataba, pero su rostro estaba escondido entre sombras, lo único que era evidente es que se trataba de un hombre. —¿Quién es usted? —preguntó Dalila, lista para atacar si era necesario. —Eso no es asunto tuyo —dijo él y la noqueó de un solo golpe. Me quedé mirando la escena con asombro, mientras veía caer a Dalila al suelo y sentía cómo el hombre se acercaba a mi. Lo más extraño es que no sentí miedo, aunque lo que se acercó fue una sombra negra. —¿Qué…? —No tenemos tiempo, hay que sacarte de aquí —dijo él y tomó mi mano para escapar, no dude en dejarlo guiarme fuera, después de todo no quería morir.
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