Capítulo 22

1366 Words
No confíes en palabras adornadas, no creas en verdades a medias, son solo mentiras dadas, para que a la verdad nunca accedas; si el corazón es puro, caeras en cada mentira. Bastian estaba sorprendido por mi insistencia en querer ayudarlo, me miraba de una forma graciosa que no lograba definir, no sabía si le hacía feliz o no. Gato o humano, el chico podía llegar a ser un enigma para mi, aunque tuviéramos un estrecho lazo. Mis manos buscaron reposo sobre el libro, y noté que Violet lo había dejado en la parte de las familias de la realeza de los vampiros. Así que decidí echarle un vistazo antes de seguir con la conversación, y comprendí que me llevaría una eternidad terminar aquel libro, los vampiros llenaban más páginas de lo que hubiera esperado. Entonces, cerré el libro de golpe y me enfoqué en cosas mucho más importantes, con la necesidad de poder sobrevivir en aquel mundo tan extraño y complicado. —Tengo hambre —dije , y Violet se rió a carcajadas porque la había sorprendido. —Hay una cafetería en este lugar, y también dormitorios, así que no debes preocuparte ni por la comida, ni sobre dónde vas a dormir. Aún no me había empezado a preocupar por eso, hasta ahora se me venía a la mente que no sabía dónde iba a dormir. Dejé ese pensamiento de lado y me levanté de mi asiento para ir a la cafetería, no tenía idea sobre dónde se encontraba, solamente que necesitaba comer. Bastian siguió mi ejemplo, y luego Violet decidió guiarnos para llegar al lugar. Atravesamos largos y altos estantes de libros hasta llegar a un espacio un poco más vacío y lleno de naturaleza, el suelo estaba lleno de hojas de todos los colores, que caían lentamente desde grandes árboles sobre nosotros. Me sorprendí al ver las hojas caer sobre mí cuando llegué al centro, y levanté mis manos para atrapar algunas. —Mira esto, Bastian —dije sin dejar de mirar las hojas sobre mi. —Lo veo —dijo él. —Es hermoso —le dije muy emocionada. —Sí —dijo en voz baja y me volví a él para darle una hoja naranja que había atrapado, él me estaba mirando fijamente antes de aceptar la hoja en sus manos. —Bastian, me gusta este lugar. Él me sonrió, y en un parpadeó su rostro se puso un poco serio, luego dio un vistazo a Violet que ya estaba un poco por delante de nosotros, esperando a que la alcanzáramos y al mismo tiempo analizando la escena que se desarrollaba frente a sus ojos. Podía notar que algo sobre nosotros le preocupaba a la bruja, aunque no sabía que era con exactitud. Tomé una hoja para mi también y fui hacia ella para poder llegar a la cafetería, Bastian me siguió sin decir mucho, nadie habló realmente, era solamente la corriente de aire que entraba en ese lugar el único ruido que nos acompañaba. El lugar de la comida no estaba tan lejos de allí, podía olerlo muy bien y luego los vi, había una larga mesa en el centro llena de todo tipo de comida y alrededor algunas mesas para sentarse a comer. Corrí hacia la comida apenas la vi y tomé un plato, habían muchos distribuidos alrededor de la comida para que cualquiera pudiera servirse. Tomé pasteles de queso, huevos cocidos, un poco de pollo asado y otras cosas extrañas que vi y llamaron mi atención. Violet se apresuró a sacar algunas cosas de mi plato y me advirtió que se trataba de comida para hadas que podría volverme un poco loca si las comía. Bastian se quedó mirando una masa de aspecto burbujeante con mucho asco, y me prohibió siquiera intentar probar aquello. Me pareció divertido ver comida tan extraña, y aunque tenía mucha curiosidad, por mi propio bien decidí evitar probarla. —Que pena que no tengan nada para ti —dijo Violet a Bastian. —No necesito comer —aseguró él. —Esto sabe delicioso —exclamé cuando di un mordisco a los pasteles de queso, y entonces compartí un pedazo con Bastian, que no tuvo tiempo de negarse porque se lo metí a la boca en un instante —, ¿qué tal te parece? —Está bueno —dijo mientras masticaba sorprendido. —Entonces, el vampiro puede comer —Bianca apareció de repente con un libro en sus brazos, y mirándonos con reproche —, escuché que no pueden sentir los sabores de la comida —agregó, miraba a Bastian como si fuera un sujeto de experimentación. —Algunos no pueden —dejó claro. —¿Tú puedes? —le preguntó, acercándose de forma intrusiva. —Alguna vez pude hacerlo —dijo un poco incómodo. —Oh, hasta que te entregaste a los placeres de la sangre, ¿cierto? —dijo como una sabelotodo —, entre más se alimentan y fortalecen, más se alejan de su humanidad —leyó una frase del libro que tenía en sus manos —. ¿Bebiste tanta sangre que dejaste de sentir el sabor de la comida? ¿A cuántas personas mataste? —preguntó, y me atraganté con la comida, fue tanto que todos los presentes se voltearon a mirarme, empecé a toser con fuerza. Bastian sirvió un vaso de agua para mi, y me ayudó a tomar sosteniendo el vaso por mi. —Tal vez, ese no es un buen tema de conversación en este momento, Bianca —dijo Violet un poco preocupada por mi reacción. —Estoy bien —dije, sintiendo las suaves palmadas de Violet en mi espalda, quería que me diera un poco de espacio para respirar —. Fue un simple accidente, y… Yo sé que Bastian ha matado personas, es un vampiro… Y… —realmente no sabía que decir al respecto. No había pensado en todo el panorama con detenimiento, el que fuera un vampiro era un gran problema desde todas las perspectivas posibles de una bruja de mi edad y en esos tiempos de discordia. Pero, quería pensar que podía confiar en él sin importar qué, porque no tenía muchas personas a mi lado. Tenía más miedo de estar sola, que de que él fuera un vampiro, después de todo seguía siendo mi guardian. —Ailish, ese es tu nombre, ¿no? —preguntó y asentí —, en estos momentos Bastian no es tu guardián, ni tú protector, solamente es un alma perdida flotando a tu alrededor. Cuándo vuelva al cuerpo que le diste volverá a estar sujeto a su juramento, el encantamiento con el cual lo atrapaste para que se mantuviera a tu lado. Ahora mismo nada lo está forzando a protegerte, podría matarte si él lo quisiera, cuando menos te lo esperes, solamente así se liberaría de ti y… —No, no sigas, deja de intentar hacer que lo odie, solamente hace que desconfíe de ti —dije y ella me miró un poco asustada —, tú también podrías hacerme daño, eres una bruja poderosa que quiere algo de mi, y desde que apareciste tengo esta extraña sensación de… ¿Qué es lo que quieres de mi, Violet? ¿Qué es lo que sabes de mi? —Yo… —¿Quién eres, Violet? Y… ¿Por qué no puedes dejarme vivir esta vida como una persona normal y sin preocupaciones? ¡¿Cuántas vidas debo tener para que estés satisfecha?! —me exalté y dije cosas sin sentido, las palabras salieron una tras otra con una desconocida frustración que me hizo gritarle, ni siquiera sabía de dónde había salido tanto enojo. —Yo, lo siento, no quería… Solamente quiero que seas feliz —respondió, y me sentí perdida por un momento, dejé de entender la conversación. —Ya no tengo hambre —dije con la mente en blanco y me fui de allí. —Ailish —Bastian me llamó, dijo mi nombre por primera vez, esperando que pudiera responder a su llamado. —No vengas, voy a respirar un poco —le dije y detuvo sus pasos, me vio alejarme en silencio, necesitaba pensar y calmar mis pensamientos.
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