capitulo 2
continuacion
narra Kai
Mientras comencé a formarme para la DEA, tome un trabajo de corto tiempo y poder pagarme un arriendo, nunca pude volver a mi casa y tampoco venderla, las personas al enterrarse de lo ocurrido, no quisieron comprarla.
Los primeros días fueron duros, mientras me formaba el tiempo se me iba, y casi no me quedaban momentos para el trabajo, como era de oficina, me podía llevar el trabajo a casa, por suerte ya termine mis entrenamientos y ya soy oficial interno, quede con mis contactos de oficina y algunas veces suelo ayudarlos, pero solo cuando me encuentro mas desocupada.
Narra Kavoshki
Necesito averiguar que ha pasado con la mercancía que venia desde Rumania, quedo en llegar hace unos dias, pero no he recibido noticias. —Kalvin— grito desde mi habitación llamando a la persona que por ahora es la única en la que confio.
—Digame señor— mira que tengo las armas sobre la mesa
—necesito que me acompañes a un lugar, y te traigas a tres de tu confianza— es lo único que digo, no me gusta dar explicaciones, cuando contrato a mi personal, es para que me obedezcan y no anden haciendo preguntas.
Luego de unos minutos, se presentan cuatro de sus hombres en la habitación, —¿esto es lo mejor que pudiste encontrar?— me quedo mirándolos con mi habano en las manos, ños veo algo delgaduchos, solo espero que sean buenos.
—Kalvin, espero que no me fallen, porque seras tu quien lamentara esto— le advierto sabiendo que no quiero errores, el no responde porque sabe que no me agrada eso.
—Bueno, esperen afuera pendejos, menos Kalvin— veo que salen de la habitación y se queda el sin titubear, una de las cosas por la que lo elegí como mi mano derecha, es porque se que no aparenta tener miedo en ningún momento, me gusta trabajar con hombres así, en Rusia no nos doblegamos, cuando llegue a América, me si cuenta que aquí era todo diferente, si le pones un arma en la cara a cualquier pendejo, se caga de inmediato y suelta todo lo que quiero saber, pero Kalvin no, me ha demostrado que si le pones un cuchillo en la cargante y lo haces sufrir lentamente, se morirá con lo que sabe, eso es lealtad.
—Sabes que no me gustan los errores Kalvin, confió en ti porque hasta ahora no me has fallado, pero no quiero que ninguno de esos idiotas arruine todo, la primera que vea, ya sabes que hacer— le expreso sabiendo que no ando con juegos
—tranquilo señor, usted sabe que por usted hasta la muerte, le salvo la vida a mi madre y eso no se paga de otra forma— me demuestra que sera leal. Le hago señas que debe salir de la habitación porque debo cambiarme para irme.
Busco en mi armario y tomo uno de mis mejores trajes, me gusta vestir bien, no me gusta andar aparentando a que me dedico, ante los demás, solo soy el empresario mas poderoso de América, dueño de todos los hoteles de Miami Beach y de las cadenas de bienes raíces mas prestigiosas de New York.
Termino de calzarme y colocarme la corbata, para disponerme a salir, tomo el maletín con el dinero y los documentos que avisan a donde ira la mercancía y quien la recibirá. Me pongo perfume porque no se sabe con quien tocara coger y me gusta oler bien.
Salgo y afuera me esta esperando Kalvin —toma las armas que deje sobre la mesa en la habitación, esas son recién llegadas, espero que las sepan usar— le señalo la habitación y lo envió a el porque es el único en quien confió para entrar, del resto, nadie mas.
Veo que aplica siempre el mismo protocolo, los forma en lineas y entrega las armas, —como practicamos— les dice y dos corren delante de mi para cuidar mis pasos y otros dos atrás, Kalvin siempre camina como mi socio, pero calla a menos que le pida que intervenga.
Nos vamos en el auto y ellos guardan las armas porque se supone que son mis guardaespaldas ante las personas. Llegamos a una de mis empresas, porque no hago negocios por fuera, solo aquí, en cambio si veo fallas, los llevo a mi bodega.
Recibo una llamada del hombre con el que me reuniré, es un cliente nuevo. —¿donde estás?— me pregunta con tono de molestia, como que no sabe con quien trata.
—¿con quien crees que hablas?— le respondo y se mantienen en silencio por un rato
—estoy afuera de tu empresa y no me quieren dejar pasar—me expresa cuando justo voy llegando en el auto y veo que todos tienen aspectos de marihuanos
—veamos en la dirección que te mandaré— le corto la llamada y le envió la dirección. Muro a Kalvin que ya sabe que hacer.
Llegamos a la bodega y me reciben los que dejo allí de cuido, —Señor— es como me saludan todos. Me quedo sentado hasta el final, donde suelo tener parte de mi mercancía. Veo que llega el auto con los imbéciles que casi hacen que me vean con ellos en ese aspecto.
Se baja uno con un arma para abrirle la puerta al resto, se dirigen hacia mi —nos tienes dando Vuelta kavoshki, no puedo seguir en estas— me expresa de forma altanera, pero le enseñare con quien trata.
Hago mi señal de siempre, con mis dedos indico que vaya por ellos, y como mis hombres me obedecen, los toman con sus manos desde la espalda. Me levanto de la silla y saco mis puños de acero del bolsillo, lolos he tenido desde que comencé y fui la mano derecha de quien me enseño.
Me acerco hasta tenerlos de frente, le lanzo el primer golpe en el estomago hasta dejarlo sin aire —no sabes con quien te metiste, no doy segundas oportunidades— le lanzo otro golpe
—te dije que te presentaras como empresario o harás que la DEA estara tras de mi, y no hiciste caso. Otra cosa, a mi se me trata de jefe, no me hablas como te de la gana idiota— le doy otro golpe por el rostro que lo deja en el piso casi sin vida —encargate Kalvin. Esta muy temprano para mancharme de sangre, tengo que ir a las empresas— le doy la orden porque es el único en quien confió y se que no los dejara ir.
Me voy hasta el auto mientras que dejo que ellos se encarguen, llega una patrulla a la bodega y es uno de mis aliados, a este pendejo lo tengo comprado con unos gramos de coca por semana y con eso me lo quito de encima, me conviene tenerlo de mi lado porque me informa de sus operativos y es el único que me ha dado los contactos de la DEA.
—Kavoshki, pasaba por acá para informarte que pronto tendrás una visita de agentes en tu casa, la que tienes a unas cuadras de aquí, quieren conocer al dueño porque hubo uno de los tuyos que fue de soplón— me dice haciendo que mi enojo suba
—¿sabes quien fue?— agarro mi arma porque no aguantare verle la cara. Saca un papel de su bolsillo y me lo da, veo que es uno de los nuevos que se contrataron y uno de los que me acompañan hoy. Justamente vienen saliendo y coloco mi arma en su boca —¿quien mas trabaja contigo?— le pregunto con la ira que me ciega
—nadie señor, ¿que sucede?— pregunta con las piernas temblorosa, le alcanzo un tiro en la pierna que hace que caiga de rodillas
—te pregunte ¿quien mas trabaja contigo?— le vuelvo a preguntar y el no dice nada, pero solo gira su mirada al que esta al lado de Kalvin, subo mi mirada a los ojos del que se supone es mi mano derecha y ya sabe que hacer. Me subo al auto y solo veo como se encarga de ambos.