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1207 Words
Aterrizamos en el aeropuerto de California un poco cansados y ahora nos encontrábamos buscando nuestro coche que compró mi padre aquí ya que el otro coche que teníamos era viejo y necesitabamos uno nuevo.El antiguo lo dejamos cuando subimos al avión para que se lo quedara otra familia que lo necesitara. Nos subimos al auto nuevo admirando cada detalle de este,ya solo quedaría este trayecto para ir a nuestra nueva casa,la cual no teníamos ni la remota idea de cómo era.Mientras viajábamos estuve pensando en cómo sería,si tendría jardín con piscina,una mansión con 300 habitaciones... Bueno creo que exagero un poco. —¿Papá queda mucho?—preguntó mi hermano ansioso por ver nuestro nuevo hogar. —no,solo queda quince minutos, ¿Cómo estáis? —cansada— mi voz sonó sin ánimos y era verdad. Todavía no se me había pasado del todo el pequeño enfado por irnos tan pronto pero dijeron que esta era la definitiva y los quise creer. Durante el viaje me dedicaba la mayor parte del tiempo a observar el paisaje a través de mi ventana y cuando me aburría escuchaba música o molestaba un poco a mi hermano, para algo soy la hermana mayor,cómo él me molesta cuando estoy tranquila yo también se lo hago,en fin cosas de hermanos. Este se encuentraba mirando videos de YouTube en su tablet,mi madre leía otra revista de algo de la televisión,mi padre conducía tranquilamente y relajado con unas gafas de sol puestas y yo estaba tan sumergida en mis pensamientos mirando la ventana que me quedé nuevamente dormida. —Alisson,Alisson¡ALISSON ROSE DESPIERTA!—grita mi madre sacudiendome. —¿mmh? —Alisson cariño,despierta hemos llegado cariño. Abro mis ojos con un poco de dificultad ya que los rayos del sol me impidía ver. —¿¡YAAA!?—me levanté corriendo para ver a mi madre al lado mío. Salimos del coche y vimos a mi padre y mi hermano recostados en la parte de delante del auto.Por lo visto no han visto la casa porque han estado esperando a que me despertara pero como tardaba mucho en hacerlo me despertó mi madre del profundo sueño que estaba teniendo. —A la de 3 os dais la vuelta ¿vale? — indicó mi padre,mi hermano y yo asentimos —y... uno ya podéis giraros. Nos dimos la vuelta a la vez,los dos nos quedamos sorprendidos al ver lo que teníamos ante nuestros ojos. La calle era preciosa, era una fila de casas, eso significaba que teníamos vecinos y yo rezaba para que no fueran niños pequeños porque entonces no podría dormir y soy de esas personas que se tirarían horas durmiendo. Enfrente de mí había un buzón blanco, todo estaba lleno de césped pero había un camino de piedras que llegaba a la casa y esta era enorme con muchos ventanales de colores claros. Al entrar en ella pudimos ver que había segundo piso, nada más entrar por la puerta a la izquierda estaba el salón un poco simple con una televisión colgada,un sofá largo gris y alguna estantería y plantas,a la derecha se encontraba la cocina,me encanta porque es cocina Americana,está abierta y eso significa que es muy espaciosa,los muebles son de color azul claro y hay una maravillosa isla de mármol en el centro. En el segundo piso estaban las habitaciones de mis padres, la de mi hermano y la mía, mis padres tenían baño propio pero yo tendría que compartirlo con mi hermano. Al entrar a mi habitación me quedé boquiabierta. Es muy espaciosa y preciosa,las paredes son color rosa pastel y hay un armario grande con pegatinas,un escritorio con un lapicero,una planta y otros detalles,los demás muebles también eran muy bonitos de madera oscura,la habitación tenía un contraste de colores claros y oscuros que me fascinaba,pero lo que más me sorprendió ver fue un gran ventanal justo encima de cama, me acerqué a verlo mejor. —Es precioso—toco con mi mano el borde de la cristalera—guau, definitivamente es lo más bonito de la habitación. Mientras miraba la ventana observé las vistas y podía ver una de las habitaciones de los vecinos de enfrente ya que tenía un ventanal igual que el mío,la habitación parecía ser de un adolescente porque tenía muchos posters y muchas cosas que no podía ver ya que soy miope, además estaba lejos la casa pero lo suficientemente para ver que acaba de pasar una persona. O M G Joder joder joder Roja de la vergüenza me aparté corriendo de ahí pero mi lado oscuro quería ver quién era. Y lo hice,era un chico bastante guapo, alto y vestía de n***o, me quedé mirándole por un rato hasta que él miró hacia mi dirección y yo me sorprendí tanto que me caí de mi cama dándome con la cabeza en el armario de atrás. —auch— toqué con una mano la cabeza—con mi mala suerte seguro que tengo un chichón en la cabeza mañana. Me levanté lentamente para asomarme a ver si se había ido y así fue, ya no se encontraba allí. (...) Después de varias horas mirando las r************* en mi cama con las cortinas puestas,—Por si el chico que vi era un viejo verde Pervertido—mi madre me llamó para que pusiera la mesa para cenar. Mientras cenábamos comida rápida que mis padres habían pedido, hablabamos sobre que en diez minutos vendría el camión de la mudanza ya que al mudarnos no teníamos nada de ropa. Ya había pasado la mitad de ese tiempo y nadie daba señales de vida, de pronto llamaron a mi padre y el cogió la llamada. —hola,buenas noches,entiendo,¿y qué vamos a hacer de mientras si no tenemos nada?—comentó mi padre, yo estaba atenta a la conversación para saber de qué estaba hablando—Vale, mañana por la mañana sin falta por favor—colgó la llamada volteando a nosotros. —¿Qué pasa papá?—preguntó mi hermano. —El camión de la mudanza ha tenido un accidente y no podrán venir ahora. —¿¡Cómo!?—grité alterada por no poder tener mi ropa y mis cosas. —sabes que odio no mantener mi higiene bien. —lo sé hija, pero solo es una noche. Solo una noche es mucho... Iba a contestarle pero justo llamaron al timbre y yo di un brinco porque no me esperaba que alguien llamara a estas horas de la noche. ¿tan rápido se han enterado de que nos hemos mudado? Upss casi se me olvidaba que fui vista por el chico pervertido de antes. La voz de mi madre me sacó de mis pensamientos. —¡Voy yo!—bajó las escaleras y se acercó a la puerta y la abrió. Detrás de ella se encontraba una mujer de unos 40 años,tiene unos ojos verdosos preciosos,su cabello castaño y rizado,es igual de baja que mi madre y yo,me fijé que en sus manos llevaba una fuente con un bizcocho de chocolate dentro,sí,como las típicas madres locas por tener nuevos vecinos o las típicas vecinas de las películas que son muy amables y pesadas. —ohhh, hola buenas noches vecinos— Saludó aquella mujer.
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