Un rival o un amigo

1184 Words
Al día siguiente Londres Emma El sonido de la alarma de mi celular me despierta de entre los brazos de Dylan, sonrió como una tonta solo de pensar todo lo que anoche hicimos en esta cama, en realidad fue un encuentro mágico, pero ahora debo salir corriendo a los entrenamientos a sino no lo quiera hacer, me levanto sigilosamente sin hacer ruido, rápido me doy una ducha, me visto con la misma ropa que traía pero marco en mi celular el número de Daisy pidiéndole que me lleve ropa limpia al club, enseguida estoy lista mientras mi novio sigue durmiendo profundamente aunque le dejo una nota diciéndole que lo amo con mi vida y que más tarde nos veremos. En minutos llego al club ecuestre Ebony Riding de Brixton, busco a Daisy que apenas me ve me entrega un bolso con ropa limpia. –Emma, apúrate vamos a llegar tarde, parece que Dylan y tú se pusieron al día– me dice Daisy a través de la puerta del baño. –Daisy lo siento, se me hizo tarde por el tráfico– le digo mientras me cambio de ropa. –¡el tráfico!, ahora le dicen así, para mí que Dylan no te dejaba salir de la cama– –fue el tráfico, Dylan estaba profundamente dormido, ni siquiera me despedí de él– –Emma apúrate que quiero conocer al nuevo integrante del equipo– –¿Cuál nuevo integrante? ¿de qué me perdí anoche? – –Emma te cuento en el camino, vamos– En fracción de segundos cruzamos hasta la pista mientras Daisy me cuenta que anoche Simone anuncio que teníamos un nuevo integrante en el equipo, al parecer el chico entro porque su padre es uno de los auspiciantes de la federación, solo espero que no venga con aires de superioridad, hasta que lo tengo en mi presencia. –chicos les presento a Samuel Dixon, nuestro nuevo integrante en el equipo, espero que lo traten con respecto y le enseñen todas las técnicas que han aprendido en estos días– dice Simone Ryan. –terminemos con las presentaciones, vamos a entrenar– nos dice Willard. Enseguida iniciamos cada uno nuestras rutinas, pero me doy cuenta que Samuel es un excelente jinete, muy habilidoso y vanidoso para mi gusto, ahora solo me limito a ver que rival o nuevo compañero tengo delante mío, luego de un par de horas hemos terminado las practicas, ahora me estoy en los vestuarios después de haberme dado una ducha, cambiándome de ropa cuando escucho comentarios sobre mí. –¿qué tenemos aquí? Emma Mckeson…. niñita parece que tienes cierta destreza con los caballos, aunque yo soy mil veces mejor que tú, todavía no has visto lo que soy capaz de realizar– dice Samuel con desdén. –Samuel no tienes ningún derecho a menospreciarme, tú tampoco has visto todo mi potencial– le digo molesta. –me haces reír, seguro entraste al equipo por las influencias de tu familia– –Samuel al contrario de ti yo me he ganado mi puesto por mi esfuerzo, no necesite de mi familia– –basta de discusiones, son compañeros de equipo lo único que debe impórtales es ganar el campeonato mundial, entendieron– dice molesto Simone. –con permiso Simone, pero tan solo dije la verdad– digo defendiéndome mientras me retiro. Doy un par de pasos saliendo de los vestuarios con mi bolso al hombro, me percato que tengo desatado un cordón del zapato, me agacho para ajustarlo cuando me levanto me tropiezo con un hombre mayor que me mira de pies a cabeza. –lo siento, disculpé no lo vi le digo apenada– –no te preocupes, fue mi culpa… –disculpe otra vez, con permiso– –señorita busco los vestuarios del equipo de equitación de EEUU– –señor camine derecho hacia al fondo, allí los encontrara– le digo guiándolo. –disculpa que te pregunte, pero ……  me dice viéndome con detenimiento. –Emma, amor lo siento no alcance el entrenamiento– me dice Dylan. acercándose a mí para depositar un beso sobre mis labios. –no te preocupes amor, vamos……con permiso señor, buenas tardes– digo mientras me retiro abrazada de mi novio. –Emma ¿quién era ese hombre? te miraba de pies a cabeza– me dice Dylan mientras caminamos hacia la salida. –Dylan no tengo idea, pero sentí un escalofrió, no sé tuve una rara sensación– –corazón me parece haberlo visto en algún lado, pero mejor olvidémonos de él, vamos a comer algo– Al día siguiente Dylan Hemos pasado una noche mágica con Emma, ha sido tan especial toda la velada, pero no me ha bastado, me despierto mirándola detenidamente, mientras acaricio su cabello rubio, mis manos viajan por su espalda rozando su piel tan blanca con mis yemas, no puedo evitar sonreír de felicidad por ser el primer hombre en su vida y espero ser el único, cuando siento que se despertó. –buenos días corazón– –hola amor ¿tienes rato despierto? – me dice con sus ojos entrecerrados. –un rato, solo te miraba, disfrutaba el paisaje– –amor hoy me tienes para ti todo el día, si quieres podemos ir a dar una vuelta por la ciudad, luego vemos que se nos ocurre– me dice Emma jugando. –salgamos a dar una vuelta, porque en la noche debemos ir a cenar con mi madrina– –mi tía Amanda ¿te invito a cenar? ¿acaso sabía que venias? yo quería que pasáramos los dos solos– me dice frustrada. –lo siento mis padres le dijeron que venía a verte, pero te prometo que el resto de la noche soy solo tuyo– Horas más tarde Estamos cenando en la casa de mi madrina Amanda y su familia, hablando de mis proyectos y el futuro de nuestra relación, puedo notar a Emma bastante tranquila, aunque siempre hace hincapié en que lo primero que desea realizar son sus sueños, en fin, Mike comienza con sus preguntas –oigan chicos ¿es cierto lo que me dijo Christopher? están pensando en casarse– –¿Qué estás diciendo Mike? son bromas de mi hermano­– dice Emma tosiendo. –ellos todavía son jóvenes, no hay apuro además no creo que a mi primo le guste la idea– dice mi tío Michael. –cambiando de tema, Emma tenemos una invitación del jeque Mustafá Zayed, insistió en que te lleváramos– dice mi madrina. –Emma ¿de dónde conoces al jeque? –le digo con dudas. –Emma lo conoció el día que fue a visitarnos a la oficina, además el jeque quedo encantando cuando le comenté que tu novia es una excelente jinete– –tía ¿puedo saber cuándo es la invitación? – –es el próximo fin de semana en Brighton, en la mansión del jeque, espero que también nos acompañes ahijado– –lo siento madrina, debo volver a New York el martes– digo.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD