AMBAR Caminando a casa, mi cabeza daba vueltas con todo lo que Becky me había contado. Ser un hombre lobo sonaba maravilloso y aterrador al mismo tiempo. Había pensado en lo enamorados que se veían mis padres en las fotos. Eran más que enamorados. Eran compañeros, me di cuenta ahora. Me acerqué a mi casa y encontré a Chris sentado en el escalón, esperándome. —Ambar, ¿podemos hablar sobre ayer? Lo dejé entrar y le dije que le creía sobre Kim. No sé por qué, pero estaba segura de que estaba diciendo la verdad. —Gracias, cariño, ahora podemos comenzar a arreglar las cosas. Se acercó a besarme, pero lo detuve. —Chris, el hecho de que crea que ya no te acuestas con ella no cambia el hecho de que lo hiciste. Acabo de descubrir muchas cosas hoy y estoy tratando de entenderlo todo, y hone

