EN TU JUEGO NO, SINO EN EL MÍO

469 Words
Te vi hace dos días con un enterizo blanco, tus curvas se marcaban bien, pero la transparencia de este fue lo que enloqueció mi entrepierna. Me viste y sonreíste traviesa, coqueteabas con él sin dejar de mirarme, recuerdo su mano intentando llegar a tu cadera hasta que un beso en su lóbulo lo detuvo. Bebí de mi ron mirando con furia el acto, entonces sonreíste más y me di cuenta de la trampa, por lo que mordí mi labio acomodándome mejor en mi puesto y te miré sin importar nada. Te ofendiste al darte cuenta de que ya no me tenías en tus manos pues ahora tengo el control, me retaste con la mirada y recobraste la compostura, entonces tu mano se deslizó por su pantalón, tan atrevida como siempre en lugares públicos, sonreí disfrutando el espectáculo, él trataba de detenerte y al mismo tiempo quería follarte en esa mesa, pero tu atención solo estaba en mí y en recuperar el control. Es una lástima para ti que yo no ceda el control una vez me lo propongo, estuviste a punto de ponerte a horcajadas sobre él, pero te detuvo, estabas frustrada y querías como fuese irte sobre mí, imagino las bofetadas que quisieras darme, tú y ese papel de dominatrix me parecen ahora deplorables, no por él, sino por tu actitud tan infantil, una que no quisiste mostrarme antes. Pero mira no más lo perra que puede ser la vida, porque justo cuando ibas a hacer alguna locura, ella llegó en ese deleitante vestido n***o de flores para ahogarme en su seductor perfume y embriagarme con sus provocativos labios que no tardaron en tocar los míos, fue el punto exacto entre amor y deseo. Corrí su asiento para que estuviera a mi lado y ordenamos un par de bebidas, su voz me atraía, su mirada me hipnotizaba y su sonrisa me hacía sonreír, era bellísima e inteligente. En una de esas risas moví mi cabeza para verte mejor sin que se diera cuenta, estabas furiosa al vernos felices y no te molestabas en volver a ponerme celoso pues no tenías mi atención, así que era inútil para ti. Qué patético, lo usaste a él para darme celos, pero cuán equivocada estabas porque esta vez no fui tu siervo, no me molesta serlo, lo que me fastidia es que crean que pueden jugar conmigo como si no fuera nada, y conmigo no preciosa, serás la zorra de él, pero la puta en mi cama, no te odio ni te desprecio, te admiro y te respeto, aunque no por eso te dejaré jugar con mi amor. Solo no te confundas, no te amo como si fueras la única, no te amo porque seas la mejor, te amo porque así lo decidí en las tres horas que mi bolsillo te pagó.
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