No podía decepcionarla.

1815 Words

Renata Esa mañana, después de comprarme los zapatos, Sebastián me dejó en uno de los colegios donde tendría mi primera entrevista. Me despedí de él, deseándole suerte porque regresaría a la oficina. A pesar de que estaba acostumbrado a todo eso, no pude evitar sentirme un poco nerviosa, porque ese día tenía varias entrevistas. Sí, entrevistas en plural. Tres, para ser exacta, porque cuando estaba terminando la primera, me llamaron para que fuera a otra ese mismo día. Y todas fueron un éxito. Sonreí, respondí, mostré credenciales, experiencia y hasta el "algo más" que nadie enseña en los currículos. Dos empresas me ofrecieron condiciones buenísimas y una tercera prometió llamar al final del día. Pero… no sé. A pesar del entusiasmo, había algo en mi pecho que no se sentía completo. Com

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD