Al día siguiente Solange se levantó temprano para presentarse a la oficina. Se sentía bastante bien para reanudar sus actividades. Necesitaba la quincena completa para poder solventar sus gastos de transportación.
Aunque Luka no le había mencionada nada sobre el pago del hospital, lo cierto era que se sentía en deuda, y tarde o temprano tenía que tocar el tema con él. La cuenta había sido bastante alta por lo que tenía que ahorrar hasta el último centavo.
Tomó su bolsa de mano contando las monedas que tenía en su cartera. Esta vez tendría que tomar el camión colectivo. No tenía más dinero para pagar los taxis si quería llegar al final de la quincena.
Bajó las escaleras cruzando el vestíbulo. A la salida se topó con Luka quien esperaba a que el chofer le acercara el carro en el recibi
