Probablemente estaba loca, pero desde el día de la consulta, que le regaló ese orgasmo en la camioneta para demostrarle que también lo deseaba, ella no había dejado de pensar en ese momento. Lo solo de mil maneras y esto era mil veces mejor. Había escuchado que en algún momento del embarazo, la influencia hormonal podría hacer que una mujer estuviera más deseosa y receptiva ante el sexo, pero nunca nadie le había dicho como amplificada eso las sensaciones. Dios como pudo mantener sus manos lejos de él por tantas semanas. La estaba haciendo perder el control, incluso tuvo que cubrirle la boca para que ella no gritara en la oficina. Ella la que más quería guardar las apariencias entró ahí y se sacó la ropa para seducirlo, y por si fuera poco no estaba ni por un minuto arrepentida. - Vamos

