Por fin había logrado recostar a los niños. Habían estado insoportables. Eran sus hijos y los amaba, pero por Dios que había días que desearía poder atarlos a cada uno en una esquina y encerrarlos en un cuarto insonorizado. Estaban bien en el nuevo apartamento, la nueva niñera había ido un rato por la tarde a conocer la casa y a presentarse con los niños. Lo que le daba tranquilidad con ella, es que Mika la había recomendado. Mika ayudaba a su hermano hacia años y él estaba ampliamente satisfecho con ella, ya era parte de la familia. Algo que le había hecho bien a los niños del departamento en el edificio de su hermano, es que el departamento era muy amplio, y lo era aún más su roof garden, subían diariamente a jugar con Dogo el enorme perro de su hermano. Evan se había ido temprano por

