Habían pasado dos semanas, estaba un poco mejor, ya habían decidido volver a su habitación, porque ella ya subía cómodamente las escaleras. Aún no habían podido reanudar del todo la intimidad, por la complicación que hizo que perdiera la matriz, pero ya estaba ansiosa también por ese día, iban a ser las 3 semanas más largas. La nena ya dormía en su propia habitación, los niños estaban felices, su madre venía a casa algunas veces por semana, y justo ese día, era el último del descanso que tomo Evan, por lo que planeó una reunión en el jardín, quería hacer un asado con sus amigos y Alexia. Termino de arreglarse y darle de comer a la bebé, los niños se escuchaban gritando y jugando en el jardín, y los ladridos de un pequeño cachorro, idea de Evan, resonaban por todas partes. Estaba contenta

