Irina empezó a bailarle a John estando sentada en su regazo; el baile era muy pero muy sensual. Tanto, que el pelirrojo estaba muy encendido por la danza de aquella bailarina exótica a quien había conocido por primera vez. Igualmente, la pelinegra se sentía muy entusiasmada al estar con ese hombre con el cual tenía una conexión; era la primera vez en todos sus treinta y seis años de existencia que se sentía de esa manera. A pesar de que ella no tenia mucha experiencia en esto de ser bailarina exótica, con John lo estaba disfrutando; era como si otra parte de ella se despertara, como una especie de alter ego. Así pues, estando allí mirando al millonario fijamente se dijo en pensamientos: «¡Wow, no quería hacer esto pero… me quisiera acostar con este hombre. No lo conozco mucho, pero me enc

